Wonder Woman: Tierra Uno Vol.2

En tierra de hombres

Tweet

Artículos relacionados

Planteado con vistas a actualizar sus personajes más icónicos presentándolos a los lectores sin el peso a veces asfixiante de la continuidad o continuidades precedentes, el sello Tierra Uno de DC quizá haya perdido cierta relevancia debido a lo espaciado de sus obras. Pero es precisamente esa dilatada cadencia editorial la que ha propiciado que los autores asignados a la misma puedan perfilar mejor el resultado entregando una obra con validez en sí misma más allá de una simple labor de actualización.


En el caso de Wonder Woman, la revisión de los orígenes del personaje orquestada por Grant Morrison dejaba en un segundo plano la faceta superheroica de la Princesa Amazona y sus orígenes mitológicos para centrarse en su rol como icono femenino procedente de una cultura matriarcal, poniendo de relieve sus variopintas reacciones frente a la moderna sociedad occidental y su concepción predominantemente masculina. Tras un primer volumen donde se exploraba la reacción de Diana ante “el mundo de los hombres” (sic) el guionista escocés dedica esta segunda entrega a mostrar como los poderes fácticos de ese mundo masculino ven al personaje de Wonder Woman y la potencial amenaza tanto física como ideológica que esta supone para el estatus quo sobre el que se asienta todo su poder, concretado aquí en el alto mando del ejército estadounidense.


Por esa razón entre las proezas de la protagonista por un lado y las maquinaciones en su contra del gobierno representado por el manipulador Dr. Psycho, la columna vertebral de este segundo tomo supone una reflexión sobre los pros y los contras de la lucha feminista sirviéndose de los elementos y lugares comunes del género superheroico. Así las artimañas hipnóticas del villano muestran la manipulación mediática y el descredito que desde el poder y sus medios se hace de cara a negar justas reivindicaciones sobre la igualdad de sexos. Pero también, a través del personaje de Paula von Ghunter –una antigua agente nazi enviada décadas atrás por el Eje para conquistar Isla Paraíso y reeducada por las amazonas- y su fanatismo radical respecto a los ideales femeninos, la trama discurre asimismo sobre como los ideales de igualdad y fraternidad pueden ser malinterpretados y retorcidos convirtiéndose en algo tan dañino como aquello contra lo que se oponen.


Al igual que sucedía en el primer volumen, la parte gráfica recae de nuevo en manos de Yanick Paquette quien vuelve a deleitar la vista del lector con un espectacular trabajo que aúna estética atractiva con una dinámica planificación de viñetas que convierten la lectura en un placer y cimentan la más que merecida reputación de un dibujante que ojalá se prodigase más a menudo y de manera más regular. Con elementos extraídos tanto de la trayectoria del personaje –el papel de secundarios como Steve Trevor y Etta Candy- como del resto del universo DC –la breve aparición de Maxwell Lord y sus armaduras de combate de nombre tan simbólico como ominoso para el fan-, este segundo volumen culmina con un giro argumental que coloca a esta peculiar versión de Diana en una nueva e interesante posición cuyas repercusiones de cara a una tercera entrega esperamos no se hagan de rogar. Wonder Woman: Tierra Uno se confirma así como un estupendo punto de entrada para conocer el personaje, pero también como un ejemplo de la valía del cómic de superhéroes para ser algo más que un mero entretenimiento.