Hellblazer: Especial 30 Aniversario

Esta es tu vida, John Constantine

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Es difícil realizar una selección de las mejores historias de la mayoría de iconos comiqueros de la actualidad. Las razones abarcan desde los conocidos gustos personales de cada lector, la importancia dentro de la historia de cada personaje de episodios específicos y, por supuesto, los diferentes autores que han dedicado su pluma a narrar la crónica de sus diferentes etapas. Es cierto que en la mayoría de los casos las líneas de estos “homenajes” son claras y la selección suele abarcar un grupo de narraciones específicas con poco margen de cambio.

Sin embargo y como no podía ser de otra manera cuando tu protagonista es un embaucador nato con conexiones demoníacas y pocos prejuicios morales, el caso de John Constantine es muy diferente. En sus más de treinta años de historia y hasta que DC decidió descafeinarlo integrándolo en su universo superheroico generalista, el personaje nacido de la mente del inigualable Alan Moore se convirtió en uno de los más importantes símbolos del cómic adulto y, gracias a los guionistas y dibujantes que visitaron Hellblazer, su colección aunó en esos años crítica social, rabioso salvajismo y una mala leche galopante nativa de esa flema británica que impregnaba cada rincón de sus viñetas.


Como hemos comentado anteriormente el tomo se abre con esa primera y celebrada aparición en las páginas de The Saga of the Swamp Thing #37 en la que Moore y Rick Veitch sentaban las bases de este antipáticamente seductor investigador de lo paranormal con predilección por los aspectos más siniestros de nuestro mundo. Con un aspecto claramente inspirado en Sting, que escribe el prólogo del volumen que nos presenta ECC, el personaje se ganó un hueco en el olimpo comiquero en pocas páginas gracias a sus punzantes comentarios, desdén por el orden establecido y rebeldía punk.

DC tuvo claro desde ese primer momento que necesitaban explotar las posibilidades de Constantine y decidió darle colección propia en 1988 con guiones de otro autor con voz propia llamado Jamie Delano y los dibujos de John Ridgway. El guionista decidió realizar en Hellblazer una aguda y sarcásticamente demoledora visión de la realidad británica de los años 80 y consiguió denunciar aspectos morales, sociales y políticos de la época debidamente disfrazados de terroríficas historias demoníacas.


El plantel de creadores que pasaron por la colección en sus 300 números es apabullante y, por supuesto, principalmente británico. El tomo realiza un repaso a algunos de los mejores momentos como la llegada de Garth Ennis al título con el primer episodio de Hábitos Peligrosos (#41), saga definitoria del personaje que sirvió de inspiración para la denostada versión hollywoodiense del personaje. También podremos asistir al 40 cumpleaños de nuestro protagonista en un emotivo número escrito por Ennis y dibujado por el tristemente desaparecido Steve Dillon, uno de los artistas claves en la evolución de Constantine hasta alcanzar la grandeza.


Por supuesto, no podía faltar en este momento la gigantesca y rememorada participación de Neil Gaiman y Dave McKean, portadista asimismo de los primeros años del título, en la desgarradoramente bella Abrázame, aparecida en el #27 de la colección y catapultada inmediatamente a las lecturas imprescindibles del noveno arte.


Además podremos disfrutar de una muestra de las aportaciones de autores como Mike Carey, Paul Jenkins, John Paul Leon, Will Simpson, Sean Phillips o Brian Azzarello al personaje en un volumen que tiene como única pega la imposibilidad de seguir leyendo cualquiera de sus recomendables etapas tras catarlas en estas páginas. Sin embargo y como todo tiene solución, hay está la imprescindible edición de lujo de Hellblazer que no puede faltar en ninguna biblioteca, aspecto que este volumen viene a dejar bien claro a todo el que decida acercarse a sus viñetas.