Marvel Saga #78 - El Inmortal Puño de Hierro #5

Duane Swierczynski sigue ampliando la mitología del personaje con nuevos giros

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Como comentamos en la reseña del anterior volumen, Duane Swierczyenski llegó para sustituir a Matt Fraction como guionista de la serie y sus primeros números trataron de resolver el enigma en torno a la anunciada muerte de nuestro protagonista a la edad de 33 años, un destino al que difícilmente podría escapar, ya que todos los Puños de Hierro han muerto con esta edad. Nunca es fácil continuar una historia que otro ha dejado a medias, sobre todo si quien se ha encargado del personaje antes que tú ha logrado traer nuevos vientos a un personaje al que nadie había sacado partido durante años y, de paso, crear una nueva forma de contar historias, basándose en la recién creada mitología de la serie, para dar saltos en el tiempo hacia el pasado o el futuro, narrando nuevas historias de otros portadores del Puño de Hierro tan apasionantes como la de Danny Rand, protagonista principal de la serie.


Ahora nos llega el último volumen de la serie regular, que era tristemente cancelada en el número 27, pero que dio al guionista tiempo suficiente para contarnos una última gran historia. El tomo se abre con uno de esos saltos temporales que antes os comentaba. Viajamos al planeta Yaochi, en el sistema Alfa Centauri, y saltamos al año 3099 para conocer a Wah Sing-Rand, el Puño de Hierro de esta época, al que los supervivientes de un futuro sin esperanza llevan años esperando. Con influencias de sagas tan populares como Matrix o Akira, a Swierczyenski le bastan 22 páginas para contarnos lo que bien podría ser una futurista serie regular, a la que solo le ata con la continuidad ciertas referencias a las artes marciales y, sobre todo, un trasfondo que bebe de la filosofía de Kún-Lun.


Conocedor de que estos experimentos no son del gusto de todos los lectores, pronto volvemos a la continuidad de Danny y los suyos, en la que por desgracia se convertirá en la última gran saga de la serie. En el anterior volumen conocíamos la existencia de una octava ciudad, en la que aún quedan muchos inocentes sufriendo, por lo que pronto se pondrá en marcha una expedición para llegar a este misterioso destino y liberarlos. Convertida casi en un nuevo nivel del infierno, Rand tendrá que sobrevivir a los salvajes combates que le esperan a su llegada, para terminar conociendo a quien asegura ser Quan Yaozu, el primer Puño de Hierro. Las sorpresas no acaban aquí, ya que Davos regresará para saldar cuentas con Danny y su equipo. De nuevo, y publicado como un pequeño parón dentro de la saga, conoceremos la historia de Li Park, brillantemente ilustrada por Kano, que de nuevo nos muestra las posibilidades casi infinitas de este cómic, que de no haber sido cancelado seguiría sorprendiéndonos mes a mes.


El tomo y la serie regular se cierran con el regreso de Danny a Times Square para descubrir que Rand, S.A., la empresa que heredó de su padre, no atraviesa su mejor momento, y lo que es peor, durante su visita a la antigua sede, un ejército de HYDRA le espera con no muy buenas intenciones. Swierczyenski aprovecha para contar una pequeña historia del pasado de Danny junto a su padre, al tiempo que deja sembradas algunas semillas, en este caso de carácter personal, para que los futuros encargados de las riendas del personaje puedan seguir desarrollando nuevas tramas. Aunque la serie finalizaba con los números contenidos en este volumen, Panini ha decidido no privar a los lectores de la recomendable miniserie dedicada a las Armas Inmortales que llegarán en el próximo tomo de Marvel Saga y que servirán de cierre.