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Batman: Puertas de Gotham Comic Digital
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"Practico para decirte adiós" Bleach
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Batman: Puertas de Gotham

Cuando los Cobblepot, los Elliot y los Wayne dominaban la ciudad

Un artículo de Mario de Olivera - Introducido el 25/07/2019
AVISO: Éste artículo contiene posibles spoilers. En él se revelan aspectos argumentales que el lector podría preferir descubir por sí mismo.

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Corría el año de nuestro señor de 1910… Aunque el relato que nos proponemos comentar no comienza exactamente así, bien podría haberlo hecho, ya que se trata de una historia de Batman, pero que comienza en el siglo XIX y que tiene buena parte de sus raíces en la mitología de la ciudad, muchos años antes de la llegada del Hombre Murciélago como protector de sus calles. Pero que no se asusten los lectores que buscan acción y aventuras en sus cómics, ya que van a tener una generosa ración en estas páginas. Antes de comenzar, y aunque el tomo podría leerse sin mayores complicaciones fuera de toda continuidad, comentar que, cuando se publicó por vez primera en Estados Unidos, acababa de publicarse la saga Batman R.I.P., tras la que, obra y gracia del buen hacer del siempre polémico Grant Morrison, no teníamos detrás de la capucha a Bruce Wayne, sino a Dick Grayson, que heredaba la pesada carga de convertirse en el protector oficial de Gotham y que aquí se vería ayudado por Damian, hijo de Bruce y actual Robin, por Red Robin y hasta por un recién llegado de las páginas de Batman Inc, el misterioso Black Cat.


Como decía, nuestra historia comienza en Gotham, a finales del siglo XIX, donde nos encontramos una ciudad en la que destacan tres poderosas familias, cuyos apellidos nos sonarán a poco que hayamos leído algún que otro cómic protagonizado por el Hombre Murciélago. Por un lado tenemos a los Wayne, antepasados, claro está de nuestro buen amigo Bruce. Por otro, a los Cobblepot, antepasados de Oswald Cobblepot, más conocido como el Pingüino, y por último, los Elliot, antepasados de Silencio, el misterioso villano presentado en la popular saga de Jeph Loeb y Jim Lee. Durante estos años de prosperidad se construirán en la ciudad numerosos puentes, que se convertirán en las puertas a las que hace mención el título.


Después de esta peculiar lección de historia por parte de Scott Snyder y Kyle Higgins, en un magnífico ejercicio de retrocontinuidad, volvemos a la actualidad, donde un terrorista está sembrando el pánico en la ciudad haciendo volar muchos de estos puentes, que además constituyen aún la principal entrada y salida de la ciudad, con el consiguiente caos. Al tiempo que Batman comienza a investigar y a unir los atentados con las tres familias antes mencionadas, también se verán afectados algunos importantes edificios, y comienza así una carrera contra reloj para salvar la ciudad y sus habitantes si consigue resolver el misterio, relacionado con el pasado de Gotham y alguna que otra conspiración en la sombra.


Trevor McCarthy acompaña al dúo de guionistas haciendo un buen trabajo, sobre todo al saltar de momento temporal de forma constante, algo que sin duda se simplifica para evitar confundir al lector con un magnífico uso del color en la Gotham actual o de ausencia del mismo cuando “viajamos” al pasado para conocer más detalles de la trama. Se trata de una miniserie que pasó casi desapercibida en su momento, pero que ECC ha sabido rescatar dada la popularidad de Snyder como guionista de Batman durante años, a la que este tomo sirve de perfecto prólogo, por cuanto ahonda en la ciudad y su pasado de la misma forma que Snyder haría en la primera saga de su etapa, reintroduciendo en continuidad al Tribunal de los Búhos.


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