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Star Wars: Jason Aaron Ómnibus #1 Comic Digital
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Star Wars: Jason Aaron Ómnibus #1

Planeta presenta el primer Ómnibus de la brillante etapa de Aaron al frente de la franquicia galáctica

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 20/10/2019

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Pero centrémonos un segundo en los cómics de la saga. La realidad es que Dark Horse se había convertido en la cronista oficial de las aventuras de este rico universo y, para deleite de lectores y aficionados, sus propuestas mantenían una calidad envidiable dentro del mercado de la ciencia ficción. Decenas de títulos habían llenado los huecos de continuidad entre las sagas existentes, ofrecido más que correctas continuaciones a las historias de personajes como Han Solo o Luke Skywalker y llevado la mitología de Lucas hasta nuevos e inexplorados futuros.

Sin embargo, si tienes mucho dinero, una de las franquicias más exitosas de la historia del cine y la editorial comiquera más grande del mundo, ¿no sería mucho más fácil tomar ese magníficamente enorme universo y explotar sus posibilidades viñetiles en tu propia casa? Pues dicho y hecho. En cuestión de meses, aquellas series y relatos que se habían considerado canon debido al buen hacer de los autores de Dark Horse se convertían en ‘leyendas’ y narraciones apartadas para asegurar que el pasado, presente y futuro de Star Wars sería el relatado por la Casa de las Ideas. Y es que, señores, nada escapa al poder del Ratón.


¿Qué hacemos con las viñetas de esta galaxia muy, muy lejana?


La respuesta es muy fácil. Cogemos a los fan favorites de la saga, ampliamos la mitología existente y narramos qué había ocurrido en los períodos entre películas ya estrenadas. De este modo, la editorial decidió que sus principales colecciones acontecieran entre el lapso temporal entre Una Nueva Esperanza y El Imperio Contraataca, al menos sus primeras propuestas.

Esta sutil maniobra tenía varios objetivos claros. Por un lado, la irrupción de personajes como Luke Skywalker, Han Solo o Leia Organa aseguraban que los fans originales se acercaran a los títulos para ser testigos de las aventuras de aquellos héroes que se habían convertido en parte definitoria de su imaginario fandom. Por otro, reintroducirlos permitiría a aquellos que los habían conocido más tarde o que aún debían hacerlo acercarse a este universo y prepararlos para su anunciada aparición en el Episodio VII. Y por último… Vamos, que hay más grande que volver a ser testigos de los piques entre Solo y Chewbacca, la mojigatez extrema de C-3PO o la brutal amenaza de Darth Vader sin tener que preocuparse del paso del tiempo.


La primera colección en aparecer fue este Star Wars que Planeta recoge ahora en un espectacular ómnibus con los primeros y celebrados 25 números de Jason Aaron que se convierten, por méritos propios y artistas de primera fila, en una aportación imprescindible a la mitología de la más popular saga cósmica de la historia.

Toda una declaración de intenciones de dimensión galáctica


La destrucción de la Estrella de la Muerte ha sumido al Imperio en un período de inestabilidad aunque su poder está lejos de haber sido completamente debilitado. Las siniestras fuerzas del Emperador cazan sin descanso a los combatientes por la libertad mientras los partidarios de la Resistencia llevan a cabo maniobras de guerrilla para seguir diezmando las posibilidades tiránicas de los opresores.

Una partida de negociación llega a Cymoon 1 con el propósito de servir de nexo entre el Imperio y el despreciable Jabba el Hutt en un acuerdo para entregar armas a las fuerzas del Emperador. El único problema con este encuentro es que la mediación será llevada a cabo por el inigualable Han Solo lo que nos asegura que el contrabandista galáctico de poca monta –lo sentimos, Han, son palabras de uno de los soldados imperiales- tiene un as escondido en su manga o, al menos, planea robar uno antes de que nos demos cuenta.


El guionista Jason Aaron está decidido a pasárselo en grande con esta serie y a entregarnos una historia con un marcado sabor clásico que, en ningún momento, se pierde en la consabida niebla nostálgica que suele empañar este tipo de productos. En sus manos, nuestros protagonistas son los personajes que adoramos y por los que parece no haber pasado el tiempo. La decisión de mostrárnoslos en los días de la saga original hace brillar estas aventuras devolviéndonos a aquellos días en que nos quedaban por descubrir todas las posibilidades, magia y espectacularidad que Lucas nos tenía reservados.

Pero, sin duda alguna, gran parte del éxito de la propuesta está en los lápices de John Cassaday. El dibujante capta a la perfección los rostros de los iconos cinematográficos al tiempo que construye escenas de acción más grandes que cualquiera que nunca nos hayamos atrevido a soñar. La espectacular huida de los rebeldes a bordo de un AT-AT, el primer encuentro entre Skywalker y Vader tras la muerte de Obi-Wan Kenobi o la aparición de cierto feroz y despiadado cazarrecompensas son momentos que pertenecen ya a la mitología más pura de esta saga y que se convierten en razones más que obligatorias para no dejar pasar esta colección.

Subiendo la apuesta a niveles cósmicos


Tras la declaración de intenciones que supone esta primera saga, Aaron comienza a presentar sus planes para el futuro de esta Una Nueva Esperanza 1.5 protagonizada por los personajes más queridos del fenómeno cinematográfico y que se desarrolla en el tiempo perdido entre la primera película y El Imperio Contraataca. O lo que es lo mismo traducido al argot freaky, la seguridad de que todos los fans de la saga original que se han encargado de mantener viva la llama jedi acudan en masa para hacerse con esta colección que apela directamente a sus recuerdos y nostalgia.


Esto no quiere decir que los guiones de Aaron se limiten a presentar historias aburridas ancladas a esas rememoraciones, ya que el guionista nos tiene preparada una etapa salvaje que expande hasta límites inesperados la rica mitología de la saga espacial y se asegura de convertirse en una pieza fundamental para el futuro de la franquicia. Además, si ya hemos hablado de la brillante elección de Cassaday en la historia inicial de la colección por su capacidad de captar la esencia de los personajes creados por George Lucas, la entrada en escena de un peso pesado como Stuart Immonen catapulta el arte de la colección hasta los niveles de nuestros sueños más ansiados. La genialidad del dibujante a la hora de plasmar la grandiosidad de los escenarios galácticos se suma a la insuperable expresividad de sus protagonistas, consiguiendo que podamos asistir a la resurrección de los Han Solo, Leia Organa, Chewbacca o Luke Skywalker de antaño y, gracias a ello, recuperemos esos días de descubrimiento y espectacularidad que la saga original nos regaló cuando la descubrimos por primera vez.

Luke necesita saber más de los Jedi tras encontrar el diario de Ben Kenobi aunque, desgraciadamente, eso le llevará a Nar Shaddaa, la Luna de los Contrabandistas, uno de los lugares más peligrosos del universo. Sin embargo, su llegada despertará el interés de los más temibles criminales y su camino se cruzará con el despreciable Grakkus, un hutt con una insana fascinación por el pasado jedi.


Mientras tanto, Leia y Han se encontrarán con una mujer llamada Sana que dice ser ¿la esposa del piloto del Halcón Milenario? Pues sí, amigos. Aaron tiene muchos ases guardados en la manga y no está dispuesto a que no le dejen presentar arcos argumentales que sacudan lo que creemos saber de la saga cósmica. Y, creedme, aquí estamos los lectores para agradecerle que lo haga y disfrutar de lo lindo con el viaje que nos plantea.

A partir de este momento, la colección continúa recibiendo a dibujantes de primer orden -Leinil Francis Yu, Mike Deodato Jr., Simone Bianchi, Ángel Unzueta o nuestro adorado Salvador Larroca, en el primer crossover de la franquicia- en una serie de historias que harán las delicias cósmicas de lectores de todo el espectro fandom y que se convierte en una de las lecturas comiqueras ineludibles de esta temporada otoñal.


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