"Cuando besos y caricias se tornan motivo de inquietud, lo mejor es guardarlos en los bolsillos hasta topar mejor momento en el que devolverlos a la luz." Cuaderno de Tormentas
Recién cumplidos dos años de su estreno el film Liga de la Justicia (2017) aún sigue siendo tema candente de conversación aunque no por los motivos que serian deseables. En su momento fue muy comentado el tortuoso proceso de rodaje y post-producción que provocó que la película inicialmente planificada difiriese notablemente del resultado finalmente estrenado en cines, en buena medida tras la marcha de Zack Snyder de la producción motivada por una tragedia familiar y su sustitución por Joss Whedon, responsable de la escritura y dirección de una parte considerable de nuevo metraje.
Sin embargo en esos dos años, con el futuro del Universo DC cinematográfico convertido en una incógnita que incluye producciones que continúan el plan inicial –Aquaman (2018), Shazam (2019)- junto a otras que rompen totalmente con el mismo -Joker (2019), la futura The Batman (2021)-, el tema de conversación ha derivado hacia la posibilidad de recuperar la versión original de la película rodada íntegramente por Snyder y cuanto porcentaje de la misma llegó realmente a estar acabado antes de su marcha. Un tema que se ha convertido en un fenómeno en redes, avivado en buena parte por el propio Snyder quien a través de sus perfiles digitales ha ido compartiendo detalles inéditos de la producción original en forma de fotografías, storyboards, diseños y comentarios sobre la trama. Un asunto que acabaría cristalizado en la campaña Release the Snyder´s Cut, germen de pasiones no siempre razonadas y que ha conseguido mostrar tanto la mejor (recogida de firmas, campañas publicitarias de apoyo vía crowfunding que han aportado fondos a causas benéficas) como la peor (acoso digital, manipulación de videos) cara del fandom.
Más allá de rumores, fanatismos y conspiranoias varias, este artículo pretende recabar que hay de cierto y que de fabricado sobre ese montaje original y así como sus posibilidades de ver la luz. Antes de entrar en materia, dos aclaraciones: 1) todos los datos referidos proceden de declaraciones realizadas por el propio Snyder así como por miembros de la producción y/o profesionales con relación directa con los mismos (caso del realizador y guionista Kevin Smith o el responsable de la división animada de WarnerJay Oliva). 2) todos los implicados hacen referencia al Snyder´s Cut como un workprint: un montaje provisional que compila de todas las escenas rodadas sin correcciones de color, iluminación, sonido, efectos especiales ni música definitivos. Es decir: en ningún caso se trata de un film “terminado” que pueda estrenarse en cines, necesitando de un presupuesto millonario y varios meses de trabajo técnico para poder ser mostrado como tal.
Partiendo de ambos hechos, el Snyder´s Cut alcanzaría 214 minutos de metraje. Una duración que incluiría secuencias redundantes argumentalmente y/o que rompen el ritmo de la narración (algo más usual de lo que parece en el cine de gran presupuesto y que en el mejor de los casos suelen acabar siendo relegadas como simple extra en los menús de DVD/Blu-Ray) y que presenta una premisa similar a la vista en cines: tras la muerte de Superman en Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia (2015), Batman y Wonder Woman reúnen a otros héroes para hacer frente a la inminente amenaza de Darkseid y sus tropas de parademonios lideradas por Steppenwolf, logrando entre medias devolver a la vida al Hombre de Acero. Sin embargo la desigual recepción crítica y de taquilla de Batman v Superman provocó que tanto el realizador como el estudio tomasen la decisión de rehacer sus planes para el UCDC buscando un tono y una estética diferentes. Cambios que no solo obligaron a reescribir el guión inicial sino también a alterar el de Escuadrón Suicida (2016), film donde inicialmente iban a ser presentados Steppenwolf y las tropas de Apokolipsis trasladando a estos como antagonistas de Liga de la Justicia.
Aunque ese guión firmado por Snyder y Chris Terrio ya presentaba un tono más ligero y “luminoso” frente al grimm & gritty de la anterior película, todo indica que también contaba con un argumento mucho más elaborado lleno de elementos adicionales: subtramas relacionadas con Aquaman, Flash y Cyborg que incluían a personajes como Nuidis Vulko (Willem Dafoe) e Iris West (Kiersey Clemmons) -completamente ausentes en la versión estrenada- así como las apariciones de personajes como Desaad, Darkseid (este visto en las secuencias finales abriendo la puerta a la futura secuela) y, en un giro de guión, la del comandante Calvin Swanwick (interpretado por Harry Lennix en El Hombre de Acero (2013) y Batman v Superman) revelándose como un disfraz de J´onn Jonzz, el Detective Marciano. La resurrección de Superman (luciendo su traje negro de la saga La Muerte de Superman y enlazando argumentalmente con la subtrama del códice kryptoniano vista en El Hombre de Acero), el espectacular flashback mostrando la primera invasión de Apokolipsis a la Tierra miles de años atrás o la batalla final en Rusia (que incluía a Steppenwolf decapitado por la espada de Wonder Woman) también ofrecían notables diferencias respecto a lo que se acabó viendo (algunos planos de dicho metraje llegaron a hacer su aparición en el primer tráiler), dejando entrever que se trataba si no un film mejor al menos si uno mucho más ambicioso y compacto narrativamente.
La marcha de Snyder unida a la negativa de los ejecutivos de Warner de retrasar el estreno hizo que aquella versión nunca pudiese tomar forma. La entrada de Whedon unida a imprevistos adicionales generados por el calendario de los actores –provocando incongruencias como el cambio físico de un Ben Affleck que había ganado peso entre ambos rodajes o el ridículo borrado digital del bigote que lucía Henry Cavill debido al rodaje en paralelo de Misión Imposible: Fallout (2018)- propiciaron dos meses de rodaje de nuevas escenas para A) asegurar una duración no superior a las dos horas (posibilitando así mayor numero de pases en cines y posibilidad de recaudación) y B) asegurar ese tono más amable y ligero cuya ausencia muchos vieron como un problema en la entregas previas, descartando asimismo la BSO prevista compuesta por Junkie XL en favor de una nueva firmada por Danny Elfman. Respecto a qué porcentaje del film estrenado pertenece a cada realizador el mismo varía en función de las diferentes declaraciones pero existe una certeza: Whedon aparece acreditado como co-guionista mientras Snyder figura como único director. Según las reglas sindicales de la industria cinematográfica de EE.UU. para que un guionista aparezca como tal en los créditos debe ser responsable de al menos el 33% del resultado final, mientras que para que un director sea acreditado en solitario debe haber filmado como mínimo el 51% del metraje estrenado. Cualquier otra cifra solo la conocen los propios implicados.
La situación, que recuerda a la producción de Superman II (1980) y la sustitución forzada de Richard Donner por Richard Lester en pleno rodaje, parece estar en un callejón sin salida. Pese a la insistencia de los fans, Warner ha negado por activa y pasiva cualquier posibilidad de estrenar la versión de Snyder incluso en formato domestico. Quizá por no confiar en que los posibles réditos justifiquen la inversión de post-producción necesaria. Quizá porque implicaría admitir un enorme error. Por otro lado varios de los intérpretes principales (Affleck, Cavill, Jeremy Irons, Jesse Eisenberg) han declarado estar actualmente desvinculados de cualquier futuro film del universo DC y el propio Snyder parece haber roto su relación profesional con Warner -aunque aparece acreditado como productor de la futura Wonder Woman 1984 (2020) su implicación es puramente nominal y debida a que dicho proyecto fue iniciado junto a su productora-. Todo el material inédito del film que Snyder ha ido publicando en redes sociales estos dos años le pertenece, pero carece de cualquier derecho para distribuirlo y explotarlo comercialmente ya que estos son propiedad de Warner y sobre dicha compañía recae la única decisión real sobre el tema.
Atrás quedan por tanto los planes para las dos futuras secuelas que Snyder aseguraba tener planeadas y que (siempre según declaraciones, pues ambos proyectos ni siquiera llegaron a la fase de escritura de guión) contarían con Darkseid como villano principal lanzando sus tropas contra la Tierra -enlazando así con la subtrama del sueño apocalíptico de Bruce Wayne visto en Batman v Superman- y mostrando la aparición de otros héroes como Hal Jordan y los Green Lantern Corps en una historia de corte oscuro y apocalíptico supuestamente inspirada por el trabajo la miniserie Crisis Final. Lamentablemente, Liga de la Justicia ha acabado significando más un ejemplo negativo del pulso entre creatividad y comercialidad del Hollywood actual que una obra reseñable por sus propios méritos, algo que ni siquiera un hipotético estreno en condiciones del Snyder´s Cut podría reparar. Richard Donner acabó viendo estrenada su versión de Superman II veintiséis años después. Quizá la versión original de Snyder llegue a ver la luz antes, pero seguirá siendo demasiado tarde.