Jeremiah: tres décadas de apocalipsis
Dispuesta a recuperar posiciones en el panorama editorial tras la pérdida de DC, Planeta hace su primera gran apuesta con la recuperación de Jeremiah, emblemática serie de ciencia ficción franco-belga creada por Hermann y recuperada en una flamante edición integral.
Creada en 1979, Jeremiah supuso el primer trabajo en solitario del dibujante belga tras el periodo de aprendizaje y consagración como dibujante en títulos como Comanche o Bernand Price junto al guionista Greg. Una obra que Hermann ha continuado de manera uniforme a lo largo de 30 álbumes con una periodicidad casi anual, lo que permite ver la evolución de su trazo y su pericia como guionista con claridad meridiana. Independientemente de la valía de sus trabajos anteriores (la citada Comanche) o posteriores (Las Torres de Bois-Maury) Jeremiah es la obra clave de este autor.
Jeremiah es una historia de ciencia-ficción postapocalíptica que parte con la ventaja de haberse inscrito en este género justo cuando éste último aún estaba casi por definir (el primer Mad Max acababa de llegar a los cines). Su protagonista, cuyo nombre da título a la serie, es un adolescente que vagabundea por unos EE.UU arrasados por una guerra nuclear. Formando pareja con el cínico e impulsivo Kurdi (el contrapunto al carácter sereno e idealista de Jeremiah), Hermann narra las andanzas del dúo por parajes desolados llenos de ruinas y grupos de supervivientes que dan pie a toda clase de situaciones peligrosas. El planteamiento inicial puede hacernos pensar en algo ya visto, excepto por el hecho de que fue precisamente esta serie la que sentó las bases para posteriores obras similares. Que haya sobrevivido a la mayoría de ellas y al declive del subgénero durante los años 90 es la prueba de que estamos ante algo más que lo mismo de siempre.
Inicialmente pensada como una serie de acción, lo cierto es que Jeremiah evoluciona rápidamente para incluir en su argumento temas mucho más profundos que el simple entretenimiento: los conflictos raciales, las problemáticas religiosas, los abusos del poder, etc. La facilidad del autor para manejar el ritmo y la tensión de cada historia mediante el uso de tramas paralelas así como la tirante relación entre los dos protagonistas y su evolución a lo largo de los años son las principales bazas de esta serie, más allá de su llamativa ambientación. En cuanto al dibujo, loar el gran detallismo y la firme narrativa de los lápices de Hermann sería algo redundante a estas alturas.
Convertida en una serie de culto cuya reputación alcanza a la de hitos de la viñeta europea como Blueberry, El Incal o Tintin, Jeremiah es uno de los pocos cómics europeos que ha llegado a ser publicado (aunque sea parcialmente) en un mercado tan poco favorable al material externo como es el del cómic USA. Incluso llegó a conocer una suerte de adaptación en forma de serie de televisión desarrollada por J.M. Straczysnki de corta vida y discretos resultados. En España la serie fue publicada por la fenecida Grijalbo, que editó los dieciséis primeros álbumes. Durante los siguientes doce años la publicación quedaría interrumpida hasta que, ya entrado el nuevo milenio, la editorial Dolmen retomó la cabecera. Dolmen publicaría seis nuevos álbumes, pero por desgracia su edición no respetaba el orden de publicación y tenía una periodicidad inexistente.
Con su cuidada edición integral, Planeta vuelve a poner Jeremiah en el mercado desde su inicio, evitando al lector español recurrir al mercado de segunda mano y sufrir saltos argumentales en la lectura. Ya no hay excusa para (re)descubrirla.
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