2020 Visions: el futuro es ahora.
Blade Runner, Akira, Perseguido… muchas son las obras de ficción que profetizaron como podría ser el recién terminado año 2019. Y resulta fascinante ver como aunque en ciertos detalles se pasaron de frenada, en otros aspectos llegaron incluso a quedarse cortas. Una situación que se repite ahora con 2020 Visions, miniserie de doce entregas con la que a finales de la década de los noventa el guionista Jamie Delano se aventuraba a dar cuatro posibles versiones de cómo podría ser esa fecha que acaba de convertirse en presente.
El de Jamie Delano es un caso un tanto paradójico. Al menos de cara al lector español ya que pese a ser uno de los primeros y más destacados miembros de la llamada “invasión británica” del cómic estadounidense a mediados de los ochenta su nombre tiene una repercusión bastante menor que el de compañeros de promoción como Peter Milligan ó Neil Gaiman. La tardía publicación en nuestro país de sus trabajos más populares (sus etapas en Hellblazer y Animal Man) unido su posición de continuador en los mismos de autores mucho más influyentes (Alan Moore y Grant Morrison respectivamente) así como el hecho de que la mayoría del resto de su obra permanece inédita y/o descatalogada por estos lares explica esa falta de relevancia hacia un guionista caracterizado por una prosa tan rompedora y provocativa como enemiga de lo convencional.
Publicada originalmente en 1997 por la línea Vertigo de DC Comics, 2020 Visions es supone una suerte de saga familiar donde a lo largo de doce números (divididos su vez en cuatro historias de tres entregas) seguimos las desventuras de cuatro personajes de muy distinto género y condición intentando (sobre)vivir en los cada vez más agrestes EE.UU del año 2020. En Ganas de vivir (#1-3) el anciano Alex Woycheck intenta ganarse la vida trapicheando en el mercado negro con viejos ejemplares de revistas pornográficas prohibidas hasta que se contagia de un nuevo virus y es enviado junto al resto de infectados a la apartada isla de Ellis. En La tormenta (#3-6) Jack Atlanta, una detective privado de ambigua sexualidad malvive en una Florida anexionada a Cuba y permanentemente amenazada con ser sumergida por el mar, se ve inmiscuida en una retorcida trama que incluye jóvenes desaparecidas, tráfico de bebes y cirugía plástica extrema. En Renegado (#7-9) Ethan, un joven abocado a la pobreza y delincuencia se convierte en recluta forzoso de una milicia de ganaderos texanos en guerra contra las tribus de nativos americanos. Y en Repro Man (#10-12) Adam, uno de los cada vez más escasos hombres fértiles del país y la propiedad más valiosa de una corporación dedicada a los embarazos artificiales es secuestrado por un grupo armado de feministas dando inicio a una persecución armada que le llevará a Las Vegas.
Aunque existe un vinculo entre los protagonistas (Alex es el padre desaparecido de Jack Atlanta, madre a su vez de los gemelos Ethan y Adam de los que fue separada tras su nacimiento) y un trasfondo argumental común cada una de las historias que componen esta tetralogía puede ser leída de manera independiente, dotadas individualmente de una trama e intenciones propias. Algo que se acentúa aún más al estar cada una de ellas ilustrada por un dibujante diferente siendo Frank Quitely (Jupiter´s Legacy), Warren Pleece (Deadenders), James Romberger (The Bronx Kill) y Steve Pugh (Animal Man) los responsables en ese mismo orden, cada uno aplicando su propio estilo pero teniendo en común la misma visión cruda, sucia y violenta del futuro establecida por el guión.
Autor de una marcada vena política progresista y con especial mordiente para la crítica social, a lo largo de las cuatro historias que componen la serie Delano toca temas como la separación cada vez mayor entre ricos y pobres, el auge del conservadurismo y su tendencia a recortar las libertades individuales, los excesos de la manipulación genética, los efectos del calentamiento global y el declive ecológico, el envejecimiento progresivo de la población o el ascenso de los extremismos religiosos e ideológicos. Ideas que simboliza mediante detalles definitorios como un gobierno formado por un matriarcado feminista radical e intolerante, el islamismo norteamericano convertido en uno de los principales poderes fácticos del país o el recrudecimiento de las milicias de fundamentalistas cristianas de la llamada “América profunda”.
Evidentemente por la fecha de publicación Delano no fue capaz de prever el 11-S ni la posterior Guerra contra el Terror como principal motor de la evolución política y social de EE.UU y Occidente. Y aunque algunos de sus elementos pequen de extremos (cosa comprensible porque… ¿Qué sentido tiene escribir una distopía donde todo funcione y todos vivan en paz y armonía?) su visión de los roles de género y temas como la integración social y la lucha contra la intolerancia presentaban ya en el momento de su publicación unas posturas adelantadas a su tiempo y poco frecuentes de forma tan literal en el cómic USA de la época. El gran trabajo de definición de los cuatro protagonistas, cada uno con su personalidad perfectamente marcada supone el broche de una serie que pese a su no siempre homogéneo nivel gráfico resulta de lo más compacta a nivel argumental.
Tras la publicación inicial en formato grapa por Vertigo y debido a la política de derechos de autor habitual en dicho sello editorial 2020 Visions obtendría nueva vida en formato tomo gracias a editoriales independientes como Cyberoshia Publising (que la presentó en formato blanco y negro) y la canadiense Speakeasy Comics. En España llegó a conocer una discutible edición a manos de Recerca Editorial cuyos numerosos problemas (escaneado deficiente de las páginas originales, cambio de formato, paso de color a blanco y negro sobre la marcha, papel de escasa calidad, precio elevado) le hicieron un flaco favor a la hora de llegar al público. Dado que los derechos aun siguen en manos de su autor pocas fechas se sugieren más apropiadas para que algún editor patrio recupere en condiciones una obra cuyas predicciones pueden haber quedado obsoletas pero cuyas temáticas siguen rabiosamente actuales.
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