Series son Amores - Locke & Key: Muchas llaves y poco ruido Todo lo que necesitas saber antes de adentrarte en la última apuesta Netflix
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Tengo que confesar que tenía no muchas sino muchísimas expectativas en esta serie: una historia vibrante, un mundo con muchas posibilidades, un creador multidisciplinar (Joe Hill, que lo mismo te planta un buen libro que una novela gráfica como ésta), una productora con dinero y ganas... A esto se le suman los no pocos éxitos que hemos visto ya en adaptaciones comiqueras en el pasado 2019 (personalmente el podio lo ocupan estas tres: The Boys, The Umbrella Academy y Watchmen) pero las expectativas son la madre de las frustraciones y ahí es donde me he dado de bruces para quedar tendido en el suelo.
Pero, ¿qué ha podido pasar para que el resultado final quede tan lejos de estas otras producciones? ¿Falta de ideas previas? No, porque el original es muy bueno (alguno entendidos la sitúan como una de las mejores obras de su género de los últimos veinte años). ¿Lo ha adaptado gente sin experiencia? Tampoco, porque han contado con la ayuda de uno de los creadores (nada menos que el mismísimo Hill) y lo han puesto en manos de Meredith Averill y Carlton Cuse (que cuentan en su currículo con participaciones en obras como The Good Wife, Lost, Bates Motel o la reciente Jack Ryan).
¿Entonces qué ha pasado? Pues que se han equivocado con la receta: cogieron la historia original y le quitaron unas cuantas de hojas (sobre todo aquellas que picaban o amargaban), la metieron en el recipiente, añadieron un poquito de Sabrina, una pizca de Sobrenatural, un vaso de azúcar, un poco de relleno y a batir. Separaron en diez raciones y a hornear. Decoraron con merengue y topping de colores antes de servir y ¡listo!. Resultado: diez bonitos episodios con demasiado azúcar y que están muy bien para merendar pero que hartan bastante y, de seguir en este plan, la segunda temporada se la va a terminar de comer otro.
Aún así, entremos en materia. Me ha decepcionado que Netflix no se atreviese a mantener el nivel de oscuridad de la obra original. Renunciaron a una calificación mayor pensando en llegar a más público (los datos de audiencia por encima de todo)aún a costa de perder por el camino fuerza en la narrativa y arcos argumentales. Pero tampoco es excusa. ¿Saben hacer series buenas sin tener que poner una calificación Adultos (+16 o +18)? ¿O les pesa demasiado que tanto Stranger Things como The Umbrella Academy sean +16? ¿Les ha podido la ambición de acaparar más audiencia o querían buscar un éxito en la franja de +13? Sea como fuere, la calificación por edades no es disculpa.
Han centrado el público objetivo en gente más joven buscando un formato más familiar que una generaciones frente a la pantalla y, para ello, han quitado todo aquello que condenaría la serie a una calificación adulta. En ese rango de edades aún no tienen una serie rompedora y pensaban que con esta historia original podrían contar con un buen candidato, pero por los datos que tenemos de momento no parece que tengan la fórmula bien definida. Creo que el fallo no está en bajar el tono de la serie para llegar a más gente, algo entendible aunque esta no era la serie para hacerlo, sino en cómo han decidido realizar la serie.
Por un lado, la serie peca de relleno: se hace algunas veces pesado el recrear el pasado por momentos mientras que en otros casos apenas se toca, escenas que sobran sin aportar nada a la trama y escenas que se alargan para contar poco.
Por otro lado, el mayor problema de la propuesta es que no sabe mantener el tirón entre capítulos, eso que tanto nos gusta de ver terminar un episodio con un final que engancha y te obliga a ver la siguiente entrega. Por momentos me resulta episódica, tanto como para haberla dejado a medias y cargarme otras cosas que me llamaron más la atención. No termina de atraparnos aunque es fácil de seguir y digerir (apta para maratones si le ponemos empeño).
Además, mientras que en la obra original la magia y las llaves son la línea principal sobre la que orbitan los personajes, en esta adaptación hay momentos en que eso queda perdido y se centra “demasiado” en los personajes, y eso es otro problemón. Hay series en la que los personajes son lo principal y la historia queda solo como marco (la enorme The Leftovers) porque son personajes complejos, que tienen relaciones extensas, profundas, interesantes; generalmente con un casting muy bueno y unas interpretaciones brillantes. Y si eso es lo que pretendían con Locke & Key, se han equivocado. El casting es correcto pero nada ambicioso, la interpretación normalita pero sin llegar a emocionar y la definición de personajes algo básica sin nada que remarcar.
Algo que sí me ha gustado es su banda sonora, muy bien venida con temas muy “mágicos” marcando escenas. También ha sabido adaptar de forma correcta la carga sobrenatural que hay en la obra original y, sobre todo, momentos muy difíciles de llevar que han resuelto muy bien (la Llave Cabeza era sin duda el mayor reto), incluso presentando llaves nuevas que no hemos visto antes (lo cierto es que el concepto da mucho juego)
¿Entonces el resultado final de la series es malo?. Para nada... Si te acercas con la historia original en la cabeza y después de ver otras adaptaciones brillantes, esta Locke & Key te sabrá a poco pero entretiene. Pero si no has leído el cómic original y las series como las que mencionamos tampoco son para tí nada relevante, encontrarás en esta un buen producto para degustar.
El cierre de la temporada nos deja bien claro que vendrá una segunda temporada, pero de momento aún no han dicho nada en firme. Netflix cuenta con una última bala para acertar de lleno en la diana con una segunda oportunidad para darle más emoción (y quizás un poquito de oscuridad) a una historia que aún puede ser muy grande.
PD: Esta adaptación que han hecho en Netflix me deja muy, pero que muy preocupado por lo que pueda pasar con la siguiente gran serie que esperaba ver y que ya está en el horno: Sandman... Crucemos los dedos esperemos que sí acierten de pleno con esa propuesta.
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