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Bowie: Viñetas desde el planeta Marte

Un artículo de Rodrigo Arizaga Iturralde - Introducido el 08/03/2020
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Etiquetas: David Bowie / Mike Allred / Sector / Freak /

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Cumplidos hace poco cuatro años de su fallecimiento, la figura de David Bowie vuelve a la vida con la publicación de Bowie: Polvo de Estrellas, Pistolas de Rayos y Fantasías de la Era Espacial, emotivo homenaje en viñetas de Mike Allred hacia el músico, compositor e intérprete británico. Un pionero incansable de la escena musical de las últimas cinco décadas en sus múltiples disciplinas y un icono cultural del imaginario colectivo por derecho propio.

En perspectiva resulta casi inevitable que un proyecto como este venga firmado por Mike Allred. Dueño de un estilo imbuido del pop art de los cincuenta y habiendo hecho sus propios pinitos como músico con su grupo The Gear, a finales de los noventa Allred publicó Red Rocket 7, una ópera rock en viñetas sobre la historia de un clon alienígena pelirrojo con un llamativo símbolo en la frente que llegaba a nuestro planeta a mediados del siglo XX y se convertía en una estrella del rock que influenciaría a buena parte de los astros musicales surgidos desde entonces. Una versión oficiosa de la historia de Ziggy Stardust, personaje ficticio creado por Bowie a principios de la década de 1970 como parte de su concepción artística multidisciplinar en la música en sí era tan importante como la estética, la puesta en escena y la comunicación mediática. En cierta forma la obra que nos ocupa puede considerarse una suerte de remake de aquella, pero esta vez sin el recurso del roman à clef y poniendo nombres y fechas concretas a los personajes y acontecimientos reales.


Pero a pesar de que el guión escrito a cuatro manos por Allred y Steve Horton recoge con pelos y señales datos biográficos de la vida del músico – lo que en ocasiones supone un abuso de los textos de apoyo que resulta redundante con lo mostrado por los dibujos-, el cómic resultante dista de ser un biopic convencional, abrazando abiertamente la psicodelia y la experimentación que caracterizaban las creaciones del propio Bowie. El guión se centra casi exclusivamente en un periodo muy concreto de su carrera: el que va de 1967 a 1974 comenzando con la publicación de su desapercibido álbum debut para luego mostrar la creación de sus primeros éxitos –Space Oddity, The Man Who Sold The World, Hunky Dory- y la creación de su alter ego, el alienígena andrógino y bisexual Ziggy Stardust y su grupo Las Arañas de Marte. Un personaje rompedor que estuvo a punto de suplantar a la persona real hasta que Bowie decidió darle muerte y volver a mudar de piel, dando paso a otro de los muchos cambios de aspecto y estilo que caracterizaron su camaleónica trayectoria.


Entre medias, las páginas van ilustrando su trato con contemporáneos como Marc Bolan, Lou Reed e Iggy Pop, su relación personal y profesional con colaboradores como el productor Tony Visconti, el guitarrista Mick Ronson o el teclista Mike Garson, su vida privada junto a su primera esposa Ángela y su propia convivencia con el personaje de Ziggy. Es en este último apartado donde Allred se desmadra mediante escenas alucinógenas que recrean la iconografía surrealista fuertemente influenciada por el género de ciencia ficción utilizada por el biografiado y en las que cobra especial relevancia la labor a los colores de su frecuente colaboradora y esposa Laura Allred. Imágenes que se alternan con otras de corte más realista en las que el creador de Madman demuestra el exhaustivo trabajo de documentación tras la obra, recreando no sólo portadas de discos, escenas de vídeos o fotografías icónicas de la carrera de Bowie, sino los muchos y muy variados looks lucidos por el artista en cada una de sus apariciones durante el periodo narrado. Un tour de force gráfico que básicamente le obliga a no dibujar dos veces iguales al protagonista entre una página y la siguiente y que reproduce a la perfección la colorida la atmósfera del glam británico, dando pie a páginas que tan eclécticas en su planificación como la propia historia que visualizan y que en muchas ocasiones son dignas de ser enmarcadas.


Celebración de la figura de Bowie antes que recuento detallado de sus andanzas, quizá el mayor pero que puede ponerse al cómic resultante es que sus 160 páginas se quedan cortas para abarcar la totalidad de la vida y obra del astro, que incluye periodos tan interesantes o más que el recogido por el guión. Su etapa de excesos narcóticos marcada por la elegante y siniestra figura del Delgado Duque Blanco; su exilio voluntario en Alemania y su renacer personal y artístico con la Trilogía de Berlín; su reconversión en estrella del pop mainstream en los ochenta; su carrera paralela como actor cinematográfico tan interesante y variada como la musical; el fallido experimento del grupo Tin Machine; su salto al rock industrial más oscuro y experimental en los noventa; su década de silencio casi ermitaño a principios del nuevo milenio; su inesperado regreso poco antes su fallecimiento con dos álbumes de corte neoclásico… Episodios que Allred resume fugazmente en unas impresionantes splash pages finales que dejan al lector con las ganas de ver una secuela. Mientras esperamos a que esta llegue o no, el volumen recién editado por Norma Editorial supone un emotivo tributo capaz de satisfacer tanto a los fanáticos acérrimos del artista como a los amantes del noveno arte ofreciendo uno de los recitales de narración gráfica más deliciosos de la temporada.


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