Series son Amores - ZeroZeroZero: Llega el Narcos de Amazon Amazon nos introduce en el cruel mundo de la cocaína
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No recuerdo si la frase la vi en la peli o la leí en el libro, pero ante el reproche a las imitaciones japonesas uno de los personajes de Sol Naciente (1993) sentenció: “Nosotros no copiamos, mejoramos”. Y eso es lo que se han propuesto hacer las mayores plataformas de VOD para emular los éxitos de la competencia y, claro está, Amazon Prime no iba a ser menos.
Cuando hice el resumen de series a tener en cuenta para este 2020, sabía que tendría que dejar alguna fuera del listado y desde luego ZeroZeroZero fue una de las perjudicadas. Ahora que he visto la serie al completo... quizás no debería haberla omitido (mis más sinceras disculpas).
La serie ha sido creada por tres figuras relevantes en el género: Stefano Sollima (Sicario: El Día del Soldado, Suburra y Gomorra: La Serie), Mauricio Katz (metido de por medio en Maniac y The Bridge) y Leonardo Fasoli (también en Gomorra y con mucha experiencia en cine y televisión italiana con temas policiales). Entre ellos ha pillado la novela de Roberto Saviano (autor también de Gomorra) y el propio Sollima se ocupa de dirigir todos los episodios.
Del reparto conocemos de vista a tres de sus protas: Gabriel Byrne (grandísimo en Sospechosos Habituales y recién visto en La Guerra de los Mundos y Maniac) como patriarca de la familia Lynnwood que con su naviera se ocupa de hacer de “broker” entre comprador y vendedor; Andrea Riseborough a la que me costó reconocer con el corte de pelo y la pérdida de peso desde que la vimos en Waco (2018) pero que toooodo el mundo sigue recordando su papel junto a Tom Cruise en Oblivion (2013), y que aquí interpreta a la hermana mayor y responsable que curra con el papi en el negocio del contrabando; y, por último, tenemos a Dane DeHaan (prota de la fallida Valerian de Luc Besson) que hace del hermano menor al que mantienen al margen del negocio y que tiene problemas de audición (eso se usará como recurso en alguna que otra escena) pero que, sobre todo, está marcado por una enfermedad incurable que ya acabó con la vida de su madre y que en algún momento también lo hará con la suya.
Los tres lo hacen muy bien, la verdad. Y aunque no vemos mucho tiempo al señor Byrne porque el peso de este arco recae en los hermanos, la trama funciona perfectamente gracias a su acertada interpretación. El resto del elenco está también muy conseguido, llegando a sorprender el buen hacer de un casting poco pretencioso pero muy correcto con numerosos secundarios muy interesantes y peso específico en la trama. Mención especial a Don Minu, por su caracterización, interpretación y peso en la narrativa (eso sí, es un mafioso calabrés).
La serie es parca en diálogos pero los suple sobremanera con la interpretación de los actores y esos escenarios muy bien trabajados. Además usa un lenguaje narrativo propio (cada vez que vemos que la escena entra en cámara lenta nos anuncia que, a continuación, veremos cómo hemos llegado allí antes de continuar con la trama) y un uso de objetivos que buscan las tomas amplias.
Tres arcos argumentales que giran en torno a la misma trama principal, el tortuoso viaje que tiene que realizar un cargamento de cinco toneladas de cocaína de la máxima pureza (de ahí el título de la serie con el triple cero) desde México a Italia. Los arcos se van relevando en los episodios de forma compensada consiguiendo que, con el avance de los episodios, no lleguemos a preguntarnos ¿dónde estaba esta gente? Todo nos conduce a un final donde se entrelazan y resuelven las tres historias planteadas, cerrando la serie con un final a la altura de lo que se ha planteado antes y pudiendo ser tanto el fin de la primera como de la única temporada.
Podríamos decir que ZeroZeroZero usa la narrativa y crudeza de Sicario a la hora de enfocar el asunto de las drogas; que toma de McMafia la visión de negocio que existe sobre este mundo y de cómo se ve que desde cualquier perspectiva (y por supuesto también en el mundo criminal), los negocios son lo primero incluso antes que la familia; Y de Narcos toma prestada su forma de acercarnos al mundo del crimen y su expresión de que nadie es intocable ni eterno por muy alto que se esté en el poder.
La fotografía es muy buena y cuenta con una elección de escenarios también muy lograda. Y hablando de ambiente, la música no está nada mal aunque debo reconocer que en algún momento me sacaba de la escena.
En definitiva, aquí tenemos una buena serie pero bastante cruda que retrata como tal la realidad de un mundo criminal sin escrúpulos (ojo, hay escenas un poco fuertes para el espectador medio). Es un drama, con tensión y acción, para ver cuando uno tiene ganas de tragarse algo serio.
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