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Batman – Juez Dredd Integral Comic Digital
REVISTA ESPECIALIZADA EN CÓMIC
"Tranquilos. No insultaré la legendaria solidaridad criminal sugiriendo que me deis el nombre sin torturaros. " Rorsarch / Watchmen #10
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Batman – Juez Dredd Integral

Gotham City vs Mega-City One

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 26/09/2020

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Existen numerosas leyendas acerca de esos posibles encuentros entre Batman y Juez Dredd que nunca llegaron a ocurrir. No es de extrañar que la popularidad de ambos personajes en el mundo de la viñeta y los múltiples puntos en común -e infinidad de diferencias en su acercamiento a la lucha contra el crimen- de estos dos dispares vigilantes urbanos los situaran rápidamente en el radar de una industria ávida por encontrar fórmulas para incentivar las ventas entre sus aficionados.

Una de las más famosas maniobras entre todas estas estrategias de venta es, sin duda alguna, el team-up comiquero. Por esta razón, los rumores de un posible enfrentamiento entre los justicieros enmascarados se remontan a medios de los años 80 con historias acerca de un proyecto creado por el equipo mágico de Alan Moore y Brian Bolland o de un especial dibujado por el genial Alan Davis a raíz de un relato titulado Bat-Mugger aparecido en la célebre 2000AD británica que vio nacer al iracundo Dredd.


Sin embargo, ninguno de estos esfuerzos llegaría a buen puerto y los lectores tendrían que esperar a diciembre de 1991 para asistir al que sería el primero de los múltiples cruces entre el Caballero Oscuro de Gotham y el Brazo Ejecutor de la Ley de Mega-City One. Alan Grant y John Wagner eran dos guionistas británicos que habían conseguido impresionar a DC gracias a su llegada a los guiones de Detective Comics en la segunda mitad de los 80. La frescura y emoción de sus guiones, su predilección por la creación de originales villanos con intenciones de quedarse para siempre en el imaginario DC y, por supuesto, esa característica flema británica que impregnaba sus creaciones habían dotado a la colección de una importancia y calidad que parecía perdida antes del desembarco de esta dupla creativa.

Esta fue la razón por la que los poderes fácticos de la editorial optaron por ellos a la hora de encarar el soñado primer crossover justiciero de los populares personajes. Bueno, esta y el hecho de que ambos escritores se hubieran curtido en 2000AD y sus magazines derivados, publicaciones en donde nació la leyenda de Juez Dredd y sus “imposibles” conceptos de ciencia-ficción extrema.


Cómo hacemos que este proyecto sea único?


La importancia del título obligó a DC a buscar entre sus autores más populares y, como no podía ser de otra manera, la elección recayó en el salvaje Simon Bisley, dibujante de trazo bestial y culpable máximo -de nuevo junto a Alan Grant- del megaéxito de Lobo: El Último Czarniano. Su llegada al proyecto lo convirtió instantáneamente en un sueño húmedo para los lectores consiguiendo que se colara en todas las listas de lectura de los aficionados al cómic superheroico.

Sin embargo, quedaba un último escollo por evitar antes de encontrar el guión perfecto. Grant y Wagner podían suponer que la mayoría de lectores -incluidos los británicos- estarían al tanto de la mitología gothamita pero esa cuestión cambiaba por completo -sobre todo entre los lectores americanos- si hablábamos de la historia de Dredd. Por esta razón, los escritores optaron por introducir en su guión para Justicia en Gotham pequeñas aclaraciones en todo lo referente a Mega-City One y sus peculiares habitantes: detalles como la Juez Anderson descolgando el teléfono antes de que llegue a sonar y mostrando así sus poderes clarividentes; Dredd dejando clara su filosofía de la justicia y el sistema penal que rige su ciudad; los peculiares villanos explicando sus motivaciones y funcionamientos internos…


El resultado es un cómic adrenalítico que hace justicia -¿lo pilláis?- a ambos personajes y nos ofrece un relato trepidante repleto de escena de acción, agradecida mala leche y villanos muy pasados de vueltas. La elección del Juez Muerte era una opción clara pero la introducción del Espantapájaros como antagonista gothamita es todo un acierto gracias, en gran medida, a la capacidad de Bisley de retratar las barbaries que estos maestros del miedo pueden llegar a cometer en su diabólica alianza.

Bisley es uno de los principales introductores del arte “pintado” en el cómic mainstream gracias a obras como la que nos ocupa o la genial Slaine. La brillante capacidad del autor en la composición de escenas de rabiosa acción, su habilidad de marcar los ritmos de lectura en base a sus decisiones artísticas o su patente búsqueda de la distorsión grotesca de sus personajes convierten este cómic en una delicia visual que no ha perdido nada de fuerza con el paso del tiempo.


No se vayan todavía. Aún hay más…


El espectacular éxito de este primer encuentro hizo que la editorial quisiera seguir capitalizando la “buena” onda existente entre estas dos creaciones comiqueras y, acto seguido, asistimos al lanzamiento de Vendetta en Gotham, nueva incursión de Dredd en Gotham que, desgraciadamente y a pesar de contar con los mismos guionistas, no pasa de ser un relato anecdótico sin mucho que añadir a la anterior entrega.

El juez deberá volver a Gotham para intentar evitar una desgracia que podría acabar con la lucha contra la delincuencia del Hombre Murciélago en esta entrega ilustrada de manera mecánica por Cam Kennedy (Star Wars: Dark Empire). Los guionistas optan en esta ocasión por dar el papel de villano al Ventrílocuo, creación propia nacida en las páginas de su Detective Comics, aunque el resultado final queda muy lejos de la grandiosidad y diversión de ese primer encuentro.


A continuación encontraremos El Último Acertijo, versión de los guionistas del relato de supervivencia en el que nuestros protagonistas se verán obligados a participar en una cacería en la que serán al mismo tiempo cazadores y presas. Los artistas Carl Critchlow (Judge Dredd: Mandriod) y Dermot Power (Slaine, Animales Fantásticos y Dónde Encontralos: El Arte de la Película) se encargan de la ilustración de esta trepidante entrega que cuenta con la intervención del Acertijo como villano gothamita.

Die Laughing es, sin duda alguna, una historia de Juez Dredd en la que Batman y el Joker aparecen de estrellas invitadas. Los guionistas se dejan llevar por el salvajismo y la locura de Mega-City One para narrarnos la fuga de los Jueces Oscuros y su encuentro con una de las pocas mentes que nunca podrán dominar o destruir: el Joker. La desquiciada y mortal psique del Payaso del Crimen le permitirá llevar a cabo un plan para conseguir la inmortalidad a cambio de convertirse en una especia de manager criminal para los monstruosos jueces.


El realista y feroz arte de Glenn Fabry (Slaine, portadas de Predicador, Sandman: Noches Eternas) es una elección perfecta para esta entrega repleta de violencia extrema, personajes pasados de vueltas, cultos hedonistas autoexiliados en cúpulas del placer y justicieros que no se detendrán ante nada para repartir su particular versión del castigo criminal.

Un tomo perfecto para todos los fans de los personajes protagonistas que capta a la perfección las semejanzas y diferencias de dos de los más célebres justicieros del mundo del cómic.


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