Batman: Nightwalker

Las aventuras del joven Bruce Wayne

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Continúan llegando a las estanterías las novelas que DC está publicando dentro de su sello Young Adults, es decir, dirigidas a aquellos lectores a los que aún no consideran adultos pero están a un paso de serlo. Para entendernos, pensadas para adolescentes. Cuando yo estaba inmerso en mi primera lectura de Arkham Asylum con tan solo 14 años a nadie parecía importarle que esta lectura fuera devorada por un adolescente ávido de novedades editoriales de su personaje favorito, y mucho menos que en la portada del cómic se recomendara su lectura a lectores adultos. Mi kioskero me vendió el tebeo en cuestión como si fuera un Mortadelo y yo me llevé a casa uno de los cómics que más me influiría. También es cierto que el impacto que produjo este cómic difícilmente hubiera podido repetirse si lo hubiera catado a los 20 o 30 años, pero como cada cosa tiene su momento y las editoriales parecen haber aprendido la lección, ahora hay toda una línea editorial con productos expresamente dedicados a lectores de esa edad, para las que no es necesario haber realizado lecturas previas de los personajes protagonistas, ya que a menudo se trata de reinvenciones o “años uno” de los héroes que llenan sus páginas.


Editorial Hidra sigue publicando estos productos, en la mayoría de los casos en formato reducido, con un cuidado exquisito, como si supieran que están destinados a ser leídos y releídos por sus jóvenes compradores y con la esperanza que supongan la primera de muchas lecturas de este inimitable universo de ficción que es el Universo DC. Tras elecciones bastante obvias, como Teen Titans: Raven o Harley Quinn: Cristales Rotos, llega el turno del personaje más popular de la editorial, y quizás, de uno de los más complicados de adaptar al demográfico juvenil. En muchas ocasiones las aventuras del Hombre Murciélago se han adaptado a lectores infantiles, como en Las Aventuras de Batman o Lil Gotham, pero insisto en la dificultad de satisfacer a un adolescente con una historia que cuenta con todos los elementos del personaje convenientemente adaptados a la ocasión.


En las primeras páginas del tomo conoceremos a Bruce Wayne, un joven millonario que acaba de cumplir la mayoría de edad y que, regresando de su aburrida fiesta de cumpleaños, se verá envuelto en una peligrosa persecución con un miembro de los Nightwalkers, un grupo criminal anarquista que aterroriza la ciudad desde hace tiempo. Su imprudencia al volante y el haberse metido en medio del trabajo policial provocará que termine con sus huesos en Arkham, el hospital psiquiátrico de la ciudad, al que es enviado para recibir una lección de humildad. Entre sus claustrofóbicas paredes conocerá a Madeleine Wallace, una enigmática joven que robará el corazón de Bruce, y que encierra mil y un secretos que poco a poco se nos irán desvelando. Es mejor no desvelar mucho de lo que sucede a continuación, pero podemos confirmar que el tomo está lleno de buenos momentos, como la forma en que se resume la situación del joven Bruce antes de que le conozcamos al llegar tarde a su propia fiesta; el aparentemente sencillo dibujo de Chris Wildgoose, que pronto nos demuestra que es capaz de esconder mucho talento en cada página, como durante la persecución que provoca la detención de Bruce, todo un ejemplo de cómo contar escenas de acción en un cómic; o el inteligente uso del color en un cómic a priori en blanco y negro. Un tomo muy recomendable para aquellos que quieran comprobar cómo le sienta la pátina adolescente al caballero oscuro, y un magnífico divertimento para los lectores más jóvenes.