La Espada Salvaje de Conan #3: Nacerá Una Bruja y Otros Relatos Panini continúa la publicación de esta obra maestra del cómic
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Panini lo está dando todo en su nueva edición del célebre bárbaro creado por Robert E. Howard. Tras un primer tomo dedicado a sus aventuras en Relatos Salvajes y un segundo centrado en la creación de su primer magazine con protagonismo claro, ahora llega el turno de seguir disfrutando de algunas de las más celebradas aportaciones comiqueras al canon de Conan. Las introducciones del imprescindible Roy Thomas siguen siendo perfectas para conocer los entresijos de la historia del cimmerio en Marvel y nos ofrecen un irrepetible escaparate para deleitarnos con los entresijos de esta industria que tantas alegrías nos ha dado, la realidad de la creación literaria y los múltiples problemas y anécdotas que han plagado la epopeya creativa de las bárbaras viñetas cimmerias.
El tomo se abre con Nacerá Una Bruja, unos de los relatos más recordados del personajes que se abre además con la que podría ser la portada más definitoria de Conan. Esa imagen icónica del protagonista crucificado -que a los lectores de La Patrulla-X nos recuerda el homenaje que se marcó Marc Silvestri en The Uncanny X-Men #255- es una de las piezas que ha pasado directamente al imaginario popular para convertirse en parte de los más salvajes recuerdos de los aficionados al montaraz mercenario. Como no podía ser de otra manera, Thomas nos habla de este importante momento en la vida viñetera del cimmerio asegurándonos que, aparte de dibujar la escena en dos ocasiones, John Buscema quería encargarse de la portada pero, al no quedar satisfecho con el resultado final, terminó pasando la obra inacabada a Boris Vallejo que fue el encargado del aspecto final de la misma.
Este primer relato adapta un relato de Howard en uno de las más extensas entregas del magazine presentándonos una trepidante aventura en la que nuestro protagonista deberá enfrentarse a una hechicera que ha tomado el lugar de la regente de Khauran, lugar que cuenta en su ejército con Conan como capitán de la guardia. Los planes de esta bruja llevarán a nuestro bárbaro preferido a las puertas de la muerte pero, gracias a los caprichos del destino, también le permitirán cruzar su camino con Olgerd Vladislav, líder de los nómadas zuagires. Buscema sigue brillando con luz propia en cada nueva página dejándose acompañar en esta ocasión por el magnífico entintado de La Tribu.
A continuación, asistiremos a un relato original que no adapta ninguna obra previa del escritor original y que, además, sirve de secuela a la anterior entrega. Thomas y Sonny Trinidad nos regalan un cuento con connotaciones lovecraftianas llamado El Durmiente que Mora Bajo las Arenas que nos presenta a Conan convertido en caudillo de los zuagires.
También tendremos en esta entrega la adaptación de El Pueblo de la Oscuridad que, a pesar de no estar realmente protagonizado por nuestro Conan, contaba con interesantes curiosidades como escenas ambientadas en el presente, viajes psíquicos a los tiempos iniciáticos del bárbaro y el hipnóticamente bello arte de Álex Niño. Una adición perfecta que mezcla el clasicismo de los relatos de Howard, el buen hacer de Thomas y la innovación visual de Niño.
Por último encontramos La Ciudadela en el Centro del Tiempo, imprescindible entrega que trae de vuelta a Alfredo Alcalá como entintador de Buscema para alegría de aquellos que adoramos su inigualable colaboración en estas páginas. El guionista nos presenta aquí otra historia completamente original en la que nuestro protagonista se enfrenta a un villano con la capacidad de viajar en el tiempo, lo que nos dará momentos incomparables como esos estrambóticos enfrentamientos con pterodáctilos, cavernícolas o carnosaurios .
Como curiosidad final, Thomas recuperaría el curioso pozo que da título a la entrega para transportar a Conan al Nueva York de 1977 y regalarnos uno de los más recordados números de la tristemente desaparecida What If…?
En resumen, otro acierto de Panini que no puede faltar en ninguna comicoteca bárbara.
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