Marvel Must-Have - El Guantelete del Infinito

Unidos contra la amenaza de Thanos

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Dentro de la recuperación de historias emblemáticas que propone su sello Marvel Must Have, Panini Cómics acaba de publicar una nueva edición de El Guantelete del Infinito, miniserie publicada por Marvel a principios de la década de los noventa. Un evento editorial cuya repercusión tanto dentro como fuera de las viñetas lo han convertido en uno de los más singulares del cómic mainstream norteamericano y uno de los más queridos por los lectores.


Los orígenes de El Guantelete del Infinito se remontan a la década de 1970, cuando un joven Jim Starlin comenzó a afianzarse como artista gracias a sus historias para Capitán Marvel y Adam Warlock, personajes sobre los que elaboró una extensa saga desarrollada a lo largo de varias cabeceras (Captain Marvel, Strange Tales) que tenía como eje al villano Thanos, creado por el propio Starlin al que pronto se sumarían otros como Drax, Gamora o Pip el Troll. Una historia que aparentaba ser una space opera cargada de acción y aventura pero bajo cuya superficie el autor incluyó elementos de corte filosófico, espiritual y teológico muy en la onda de la contracultura subversiva de la época, convirtiendo dichos cómics en objeto de culto. Starlin abandonaría el universo Marvel a principios de los 80 y tanto sus tramas como sus personajes cayeron en desuso para editores y lectores. Pero no para Starlin, en cuya cabeza seguían cocinándose ideas para su saga cósmica, buena parte de las cuales utilizaría en Dreadstar, serie de creación propia editada por el sello Epic.


Dotado de la omnipotencia gracias a su dominio de las seis gemas que le otorgan el control absoluto sobre el espacio, tiempo, mente, alma, poder y realidad, Thanos por fin podía hacer realidad la promesa por la que su adorada Muerte le hizo regresar: eliminar a la mitad de seres vivos del universo para restaurar el equilibrio cósmico. Un acto consumado con un simple chasquido de dedos que tenía como consecuencia la movilización de todos los grandes héroes (o al menos aquellos que no habían sido volatilizados) así como de numerosas entidades cósmicas para hacer frente a una amenaza armada con un poder que va más allá de la divinidad permitiéndole rehacer la realidad a su antojo. Una amenaza cuyo único talón de Aquiles era el regreso a la vida del enigmático Warlock y su arriesgado plan.


Adam Warlock informará al Doctor Extraño de lo sucedido y ambos convocarán a los distintos héroes, la única forma de intentar enfrentarse al poder que ahora Thanos tiene en sus manos. Quasar, Thor, Hulka, Spiderman, Iron Man o Lobezno son sólo algunos de los personajes que, como sucedía en las primeras Secret Wars, viajarán al espacio para enfrentarse a Thanos. Durante el conflicto, prácticamente todos los personajes de la Marvel más cósmica aparecerán por estas páginas, ya que del resultado de la contienda depende la continuidad de todo el universo.


George Pérez era una de las más lógicas elecciones como dibujante de la saga, sobre todo por la concurrencia de mil y un personajes en cada viñeta, algo en lo que el dibujante parece haberse especializado y que nos deja con la boca abierta en más de una ocasión durante la serie. Por desgracia, la conocida lentitud del artista hizo que las dos últimas entregas fuera sustituido por Ron Lim, viejo conocido de los personajes por haberse encargado de forma regular de la serie de Estela Plateada y, aunque su estilo es sencillo y cumplidor, pierde en la comparación con Pérez, mucho más detallista y elegante que Lim. Una vibrante saga que nos trae lo mejor del lado cósmico de Marvel, que esperamos que la nueva película haya sabido reflejar aunque sea en parte.