Star Wars Volumen 9

Kieron Gillen y Salvador Larroca continúan al mando del destino de las galaxias

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No cabe duda de que el estilo que tanto Kieron Gillen (Jersey, 1975) como Salvador Larroca (Valencia 1964) han sabido imprimirle a la serie donde ya han colaborado en varios números, no ha pasado por alto al fandom de Star Wars. Un guión sólido, con unos personajes nuevos bien construidos y con carácter y todo ello sin fisuras con el canon “no oficial” de los fans de la saga galáctica, es decir: los experimentos con gaseosa... Aquí hemos venido a lo que hemos venido o el más tradicional, darle al publico lo que quiere. Mal no lo deben estar haciendo en la casa del ratón Mickey con respecto a esto cuando alcanzamos el noveno tomo recopilatorio de esta serie (#50 a #55 más el anual 4).


La Rebelión sigue creciendo a pesar de las adversidades y siguen llegando nuevos aliados. La batalla de Mon Calamari se ha saldado con muchas bajas pero la Rebelión ha conseguido para su causa una inestimable ayuda en forma de flota galáctica. Al mismo tiempo, la reina Trios con su traición al Imperio también se ha convertido en un poderoso aliado. Corren buenos tiempos para ser rebelde. A partir de aquí y sin hacer ningún spoiler a futuros lectores: la tragedia, la traición, el heroísmo y la acción a raudales. Si estos volúmenes se leen con música de John Williams de fondo ganan +10 en intensidad.

La acción queda perfectamente plasmada con el estilo gráfico de Larroca que dota a las imágenes, de gran tamaño, del suficiente realismo y encuadre como para sentir el estilo cinematográfico de las mismas (mi reconocimiento a Giuseppe Camuncoli). Imágenes limpias, ideas claras, fluidez narrativa y una mal entendida “simplicidad”. Esta simplicidad, facilidad o poca exigencia para el lector se puede entender como se quiera pero, es lo que el lector reclama de estos héroes que entiende como parte de la familia.


Lo dicho, sabiendo las reglas y como funciona esto de la oferta y la demanda, incluso puedes cambiar de dibujante en algún numero y ni notarlo. Todo funciona como un enorme mecanismo perfectamente engarzado y engrasado.

El presente volumen se completa con el anual 4 donde, con un estilo visual completamente distinto y un tono diferente (recordar sólo que distinto y diferente no es sinónimo de malo) asistimos a una pequeña aventura con Luke Skywalker y Sana Starros (si, esa Sana Starros). Un juego de persecuciones, fugas y acción con un peligroso enemigo pisándole los talones, Darth Vader. Correctísimo todo de la mano de Cullen Bunn al guion y de Ario Anindito, Roland Boschi y Marc Laming a los lápices (se entiende que dibujarían por turnos)...