Batman - The Maxx: Sueños de Arkham El Hombre Murciélago viaja desde los callejones de Gotham al Interior
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Coged la máquina del tiempo y acompañadme a la turbulenta década de los 90, en la que el sello Image surgía para dar a los artistas toda la libertad (y beneficios) con los que siempre habían soñado. Junto a autores de sobra conocidos para el gran público como Jim Lee o Rob Liefeld, un por aquellos entonces desconocido Sam Kieth, que junto a William Mesner-Loeb nos dejaba una obra personalísima y muy distinta a todo lo que habíamos leído hasta le fecha. Frente a curvilíneas extraterrestres y feroces superhéroes que parecían tener más dientes de lo normal, llegaba un antihéroe al que a menudo confundían con un mendigo, que vivía de forma paralela en dos mundos, el nuestro y un extraño coctel de ensoñación, en el que las ballenas voladoras no desentonaban con el resto del yermo paraje en el que las aventuras de Maxx tenían lugar. También conoceríamos a Julie, la asistenta social de nuestro protagonista, al menos en el mundo real, que se transformaba en “El Interior” en una poderosa reina de la jungla, justo lo contrario de su apocado alter ego, y que servía de nexo entre ambas realidades.
Tras finalizar la colección en el año 1998, después de 35 números de vida editorial con el sello Image, Kieth dejó descansar a su más popular creación que, sin embargo, fue recuperada por el sello IDW para ser reeditada con un nuevo coloreado, y dar cobijo a este nuevo e improbable cruce con Batman, que ahora llega a nuestro país publicado por ECC Ediciones. Ya en las páginas iniciales asistiremos al primer encuentro entre los personajes, con un asombrado Batman que termina en Arkham para intentar ayudar al extraño Maxx que acaba de aparecer en un callejón de Gotham, y que terminará arrastrando al Hombre Murciélago al Interior, donde se verá superado por los extraños seres que allí habitan, tratando de sobrevivir y de hallar una salida a este alucinante viaje que quizás solo esté teniendo lugar en su mente.
El siempre original John Layman (Chew) se hace cargo del guión de la miniserie, mientras que Kieth vuelve al personaje al que debe tanto haciéndose cargo del dibujo. La trama puede resultar algo confusa para aquellos que no hayan leído anteriormente aventuras de Maxx, sobre todo con el constante cambio de escenarios, que de una página a otra pasa de la ciudad de Gotham al más imposible reino imaginario del mundo del cómic. Lo mejor de la obra, sin duda, es el dibujo de Kieth, que aún a día de hoy sigue experimentando con texturas, colores y acabados, dejando un resultado final simplemente apabullante, que terminará de convencer a los que nunca hayan leído una obra dibujada por el autor y lleguen al tomo atraídos por el coprotagonismo del Caballero Oscuro. Una divertida y sugerente forma de evadirse en las calurosas tardes veraniegas, que disfrutarán tanto los fans del hombre murciélago como los de Maxx.
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