Marvel Must-Have - Dinastía de M

Un No Más Mutantes para transformarlos a todos

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Corría el año 2005 y Brian Michael Bendis había aterrizado no hace mucho en la Casa de las Ideas, dispuesto a revolucionar la franquicia vengadora y, casi sin quererlo, a sus compañeros mutantes. Todo comenzaba con su Vengadores Desunidos, dando todo el protagonismo a la Bruja Escarlata, quien estallaba al final del número, provocando además de la disolución del grupo y una nueva alineación, la muerte de varios vengadores, dejando a los fans con la boca abierta (aún recuerdo el impacto de mi primera lectura), y con ganas de que llegara el primer número de Nuevos Vengadores para saber cómo continuaba una de las franquicias más longevas de Marvel. Aunque buena parte de las tramas continuaban pese al cambio de nombre y numeración, la trama de Bruja Escarlata tendría una inesperada continuación en la maxiserie que ahora se recupera dentro de la línea Marvel Must-Have, y es que, tanto por la serie en si como por lo que supuso para la continuidad, merece ocupar un lugar destacado en nuestras estanterías.


Los vínculos familiares de Wanda y su origen mutante (después de no pocos devaneos) eran la ocasión perfecta para que Bendis uniera a la fiesta vengadora a los X-Men. Después de los acontecimientos narrados en la saga anteriormente mencionada, Wanda se encuentra en la isla de Genosha, donde el profesor Charles Xavier y Magneto, incapaces de curar a una Bruja Escarlata casi en estado catatónico, han convocado a los dos grupos de héroes para decidir qué hacer con ella. Por un lado, Lobezno y otros creen que lo mejor es acabar con ella y con la potencial amenaza que supondría una nueva crisis de Wanda, teniendo en cuenta su temible poder. Por otro, el grupo vengador aboga casi al completo por salvarla, conocedor del potencial que tiene, y dejando a un lado las terribles repercusiones que su crisis previa ha tenido para el equipo. Destaca aquí lo bien que retrata Bendis a Mercurio, que se debate ante ambas opciones, impotente e incapaz de decidir qué es lo mejor para su hermana.


Casi sin tiempo para decidirse, descubren que Magneto ha huido con su hija y, de repente, la realidad se resetea y cambia delante de sus ojos, dando lugar a un mundo en el que Genosha es su capital, Magneto su monarca (antológica la inspiración en nuestro Rey y la difusión que este sencillo detalle tuvo en nuestra prensa), y los Vengadores nunca habían llegado a existir. Como en otras muchas obras, cuanto menos contemos a partir de aquí, mejor. Merece la pena llegar a este tomo con poca información, más allá de su conocidísimo planteamiento, y volver a sorprenderse si, como yo, hace mucho que no la relees. Al conjunto sumamos un Olivier Coipel francamente inspirado, que lo borda en las escenas de multitudes, abundantes aquí, y que da un nuevo sentido a la palabra regio. Esta especie de What if…? de gran tamaño ha ganado desde su publicación, y ahora que llega de nuevo a las librerías en una completa y asequible edición, es hora de llevarse a casa un nuevo pedazo de historia Marvel.