Marvel Must-Have - Patrulla-X: El Don

Joss Whedon actualiza la franquicia mutante

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Si algo caracteriza a las series mutantes es que, cada cierto tiempo, parecen pedir a gritos un reseteo de algún tipo, una puesta al día de los conceptos que Stan Lee y Jack Kirby utilizaron cuando crearon La Patrulla-X hace ya más tiempo del que podemos imaginar. Así, tras etapas tan definitorias como la de Chris Claremont o Grant Morrison, por citar dos de las más populares, llegaba la oportunidad de ganarse a una nueva generación de lectores y, para ello, se puso en marcha un relanzamiento en toda regla, llamado X-Men Reload, que afectaba a todas las cabeceras mutantes, y que contaba con nombres como Chris Claremont y Chuck Austen. Sin embargo, la serie que atraería todas las miradas no sería ninguna de las ya existentes, y es que la llegada de Joss Whedon a los mutantes gozaría de un status prioritario, estrenando la cabecera Astonishing X-Men para la ocasión.


Acompañado por el superventas John Cassaday (Planetary) al dibujo, la estancia de este nuevo y estelar equipo creativo se extendería durante 24 entregas, la mitad de las cuales se recopilan en este volumen que ahora reedita Panini dentro de su línea Marvel Must-Have. Desde su llegada, Whedon apuesta fuerte por los cambios y nos presenta a Kavita Rao, una doctora que ha logrado lo imposible: una cura para los mutantes, cuyos dones especiales pueden ser eliminados del organismo del portador con una sola inyección. Como es lógico, este descubrimiento pondrá patas arriba a todos los mutantes, que se dividirán rápidamente entre los que quieren librarse de esta pesada carga y los que quieren mantenerse como hasta ahora. Además, Whedon presentará a un nuevo villano, llamado Ord, y recuperará uno de los personajes más queridos que jamás haya puesto un pie en la Escuela Xavier para Jóvenes Talentos. Sin desvelar nada, digamos que su llegada afectará a todos los hombres y mujeres X, sobre todo a Kitty Pride, que recuperará el rol protagonista que no tenía desde el comienzo de la etapa de Claremont y John Byrne.


Como en todos sus proyectos, ya sean para cine, televisión o cómic, las tramas que Whedon ha ideado para su estancia en la serie se ven palidecer ante el uso de historias personales, y es que el guionista y director parece disfrutar más con un diálogo bien escrito y con una magnífica interacción entre personajes, que con grandilocuentes historias cargadas de acción, aunque hay espacio para todo en estas páginas. En la segunda mitad del tomo, Whedon continuará alguna trama heredera de la etapa de Morrison y seguirá sembrando el terreno para lo que está por venir. Y es que solo se me ocurre una pega ante la publicación de este tomo, y es que Panini encuentre la forma de publicar la segunda mitad de esta magnífica etapa dentro de la línea Marvel Must-Have, dando así a los lectores más jóvenes la oportunidad de añadir a su biblioteca esta maravilla del cómic. Los mutantes nunca lucieron tan bien como cuando Whedon y Cassaday les dieron vida.