Marvel Omnibus - Iron Man: Director de S.H.I.E.L.D.

“Tony Stark es ahora el protector del mundo”

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Resulta curioso pensar en la cantidad de cosas que le sucedieron a Tony Stark en menos de un año. Aunque lo midamos en años Marvel, los guionistas se las apañaron para dejar en manos del millonario las riendas de los Vengadores, los Illuminati, y hasta convertirlo de la noche a la mañana en director de S.H.I.E.L.D. Todo eso sucedía en el año 2007. La guerra civil acaba de finalizar, y la ideología de Stark, que recordemos promovía la existencia de un acta en la que constase la identidad civil de los héroes, salía adelante para sorpresa de casi todos. Así arranca el tomo que ahora recupera Panini en formato integral, enseñándonos como se crea Omega Flight y, lo más importante, quien va a estar detrás de todas las decisiones vitales que se tomen a partir de este momento. Reed Richards, Hank Pym y Tony Stark van a ser los cerebros (nunca mejor dicho) detrás de todo el cotarro, para bien o para mal. A grandes rasgos, esto es lo que nos cuenta el especial Civil War: La Iniciativa, que abre el tomo y sienta las bases de lo que estaba por venir.


Así llegamos a la serie central de Iron Man, en la que los hermanos Knauf se encargan de situar al vengador como director de S.H.I.E.L.D., además de recuperar a Dum Dum Dugan, y enfrentarle a un peligroso grupo terrorista como principal contrincante, de forma que por una vez le alejemos aunque sea temporalmente de los villanos habituales, para enfrentarle a una amenaza más humana y por desgracia más real, y ver como se desenvuelve en su nueva posición de director. Daniel y Charlie Knauf hacen un fantástico trabajo, sacando al personaje de sus habituales entornos, para centrarse en la nueva posición y, sobre todo, en la dinámica que va a tener con los secundarios habituales de S.H.I.E.L.D., con los que recordemos Stark no siempre ha tenido buena relación, y que ahora se ven obligados a lidiar. Son números algo más densos, pero que merecen mucho la pena. El dibujo de Roberto de la Torre, más sobrio que de costumbre, también ayuda a establecer el nuevo tono de la colección.


También aprovechan aquí los guionistas para abordar lo que supone para Tony haber perdido al Capitán América. Recordemos que por aquellos entonces el Capi estaba inmerso en la etapa de Ed Brubaker, en la que, al menos temporalmente, el personaje moría, lo que supone una buena oportunidad para ahondar en el pasado de Steve y Tony, fundación de Los Vengadores incluida, y valorar todo lo que su amistad ha supuesto para el Vengador Dorado, más aún cuando la guerra civil les enfrentó por primera vez, y según los acontecimientos recientes, también por ultima vez. Dado que se trata de un volumen de la línea integral de Panini, los extras están asegurados, cosa de agradecer cuando, como es el caso que nos ocupa, se trata de una historia de la que debemos conocer al máximo el momento temporal en que se sitúa para valorarla y disfrutarla a fondo. Una historia sólida que se centra más en el hombre que viste la armadura, y que resulta más que interesante.