La Guerra de Quarry

Noir puro de mano de Max Allan Collins

La Guerra de Quarry USA - 2022
Guionista:Max Allan Collins
Dibujante:Szymon Kudranski⁣, Edu Menna
Editorial:cARTEm Cómics - 112 páginas - color Precio:14,95€

PUNTUACION
4/5

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Siempre es un gusto poder hablar de una nueva editorial de cómics que arranca con fuerza en nuestro país. En estos tiempos en el que el medio impreso parece estar de capa caída y lo digital toma con fuerza cada aspecto de nuestras vidas, es una alegría inusual encontrarse con gente dispuesta a demostrar su amor por los libros y cómics con proyectos de envergadura y, en el caso que nos ocupa una pasión indiscutible por la tina impresa.

cARTEm Cómics nace como parte de CM Editores, proyecto común de Daniel Díez y Pedro Iribarnegaray que nació como editorial de libros de arte y códices medievales. Tras años en el sector, su apuesta por los productos de calidad impresos o de coleccionismo fue subiendo hasta llegar a 2021 en el que vimos nacer a cARTEm Cómics con la aparición de una de las obras imprescindibles del pasado año: la inigualable y preciosa edición del clásico Drácula de Fernando Fernández, uno de esos títulos que cualquier aficionado mataría por tener en sus estanterías.


Ahora nos llega una nueva propuesta que bebe directamente de fuentes literarias y se entronca directamente en el género negro con La Guerra de Quarry, adaptación al cómic del personaje creado por Max Allan Collins protagonista de varias novelas, una inusual traslación cinematográfica y una más que recomendable serie televisiva estrenada en 2016. Para aquellos que no lo sepan, este escritor es el responsable de la excelente Camino a la Perdición y sus secuelas, además de contar con más de cincuenta novelas en su pasado literario. También ha probado su suerte en el mundo de cómic con guiones para series como CSI (IDW); Johnny Dynamite (Dark Horse Cómics); Capitán América: Red, White & Blue (Marvel); o Ms. Tree Quaterly y Batman para DC Cómics.


Como deja bien claro Allan Collins en los artículos que acompañan a la cuidadísima edición del volumen, el escritor no tenía intención alguna de dejar los guiones en manos de nadie y, por esa razón, saltó ante la oportunidad de trasladar las aventuras de su personaje a la viñeta. Además, este proyecto le ofreció la oportunidad de rejuvenecer a su protagonista para mostrarnos sus comienzos como marine y asesino a sueldo gracias a una ambiciosa narrativa que, al menos, en las primeras entregas de la serie limitada narra las andanzas de Quarry en Vietnam y los Estados Unidos de los 70 en páginas alternas.


El guionista no olvida en ningún momento la condición ni ocupación de su protagonista, un asesino a sueldo que no suele cuestionar las razones que llevan a un misterioso sujeto denominado El Bróker a elegir los objetivos más allá de una pequeña explicación inicial. Sin embargo, Allan Collins nos muestra a su protagonista sin emitir juicios de valor, dejando que el lector se acerque a Quarry de manera orgánica gracias a los múltiples textos de apoyo que nos señalan que, a pesar de dedicarse a quitar vidas humanas, no extrae un placer especial de su trabajo y se mueve por un código de valores establecido que, a pesar de ser a todas luces equivocado y retorcido, le lleva a no aceptar las condiciones más monstruosas del camino que le ha marcado su vida.

La historia comienza con Quarry y Boyd, uno de los secundarios recurrentes de las novelas, preparándose para eliminar a un mafioso de poca monta que parece haber enfadado a quien no debía. Tras este trabajo, la pareja recibirá un nuevo “encargo” del Bróker que esconde un pequeño misterio que inquietará a nuestro protagonista: el objetivo es un viejo conocido de sus días en el ejército y Quarry deberá replantearse todas las convicciones sobre las que se sustenta su vida actual.


En el apartado gráfico contamos con Symon Kudranski (Batman: Calles de Gotham) y Edu Menna (La Dimensión Desconocida) cumpliendo debidamente con el “encargo” -perdonad- encargo. Quizás sea esta la parte más floja del proyecto que, sin duda, se habría beneficiado de un ilustrador algo más curtido, pero es una cuestión que rápidamente queda fuera de nuestra mente ante la fuerza del relato de Max Allan Collins.

En resumen, otro acierto de una de las editoriales de cómics más cuidadas y a tener en cuenta en el panorama actual.