Nightwing: Hijo Prodigo ¿Quién es Dick Grayson?
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A estas alturas puede parece algo obvio comentar el terremoto que supuso la llegada de los controvertidos Nuevos 52 a DC, y más obvio aún resumir brevemente en que consistió esta maniobra editorial llevaba a cabo hace algunos años con diversidad de opiniones. En cualquier caso, contaros que DC Cómics decidió en 2011 que el final de su saga Flashpoint, que afectaba a la práctica totalidad de las colecciones, provocase que todas las cabeceras de la editorial, sin importar sus ventas o longevidad, iban a cerrarse para estrenarse a continuación con un nuevo número 1, nuevos equipos creativos, y todo tipo de alteraciones sobre los personajes originales que protagonizaban el título el mes anterior, ya que se trataba de resetear un universo al completo, haciendo más accesibles las tramas y personajes a las nuevas generaciones de lectores. Esto suponía, en algunos casos, volver a contar el origen de los personajes, en otros que determinados hechos nunca hubieran tenido lugar, y hasta cambios de identidad tras la máscara en algunos más.
Por lo tanto, el caso que nos ocupa es especial, ya que la etapa iniciada por Kyle Higgins como guionista de la serie nos dejaba a un Dick Grayson más familiar de lo que podíamos sospechar. Era lógico que este Grayson también compartiese con el original el haber pasado por la tutela del Hombre Murciélago como su primer Robin, incluso que luego decidiese comenzar su andadura en solitario y se convirtiese en Nightwing, dando lugar a la propia cabecera que ahora recupera ECC en formato integral. El guionista tiene todo el tiempo del mundo para volvernos a presentar al personaje, recuperar algunos detalles de su pasado, y hacerlo de nuevo interesante.
La excusa del regreso del circo Haly y de los secundarios de entonces juega a favor de los lectores menos familiarizados con el personaje, que al fin y al cabo era la premisa de la editorial, ya que suponen la excusa perfecta para explicar quién es cada uno y qué papel juega en la vida de Dick. Los 30 números de que consta la etapa pueden leerse como una sola gran historia, pero también disfrutarse como pequeños arcos argumentales, algo que se agradece, ya que no cae en el recurso de inabarcables epopeyas en las que necesitas papel y bolígrafo para apuntar cada detalle y no perderte en su lectura. Quizás lo que menos me ha convencido es la gran cantidad de dibujantes que pasa por estas más de 700 páginas, como Brett Booth, Eddy Barrows o Juan José RYP, cuyos diferentes estilos dan la sensación de haber cambiado de serie conforme avanza la lectura, aunque es cierto que en DC se preocupan de hacer los cambios artísticos al final de cada arco. El tomo se completa con dos historias firmadas por el veterano Tom Defalco y el siempre interesante Tom King.
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