Batman: El Impostor ECC reúne en un tomo las tres entregas de la miniserie
Artículos relacionados
· Batman: El Mundo
· Batman: Amor Loco y Otras Historias
· Universo Batman
Animado por el previsible éxito en taquilla de The Batman, la última y magistral adaptación al cine de las aventuras del Hombre Murciélago, en DC decidieron contar con Mattson Tomlin, uno de los guionistas del film, para que se hiciera cargo de un nuevo proyecto dentro del cada vez más recomendable sello Black Label. Quizás por casualidad o quizás para que los fans que salgan del cine y pasen por la librería encuentren algo que no desentone mucho con lo que acaban de ver en pantalla, la miniserie está protagonizada por un joven Bruce Wayne, primerizo en la tarea de proteger a Gotham, que viste un traje bastante similar al que luce en pantalla, y que encima tiene cierto aire a Robert Pattison, último rostro del héroe para el cine. Con los miedos lógicos de que se tratase del enésimo producto basado en una franquicia que no tiene la calidad esperada, me enfrenté a la lectura de este Batman: El Impostor, aprovechando que ECC lo acaba de reeditar al completo en un tomo, y me quedé sorprendido al encontrarme un cómic entretenido, muy sólido en la narración, y con un impresionante trabajo de Andrea Sorrentino como dibujante, que merece un lugar destacado en el rincón de la biblioteca reservado al Hombre Murciélago.
El comienzo de la historia es impactante y te atrapa rápidamente. Leslie Thompkins, la psiquiatra a la que conocemos de otras historias del personaje, recibe una noche la misteriosa visita de un Batman al borde de la muerte, al que ayuda a curarse y de paso descubre su identidad secreta. Bruce Wayne no va a tener más remedio que llegar a un acuerdo con ella para que no revele su identidad al mundo, por el cual se compromete a visitarla regularmente y ponerla al día de sus conflictos mentales. Por otro lado, un nuevo vigilante que se hace pasar por Batman está llevando su concepción de la justicia hasta límites nunca vistos, llegando a ejecutar de forma pública a los criminales que captura.
Para terminar de complicar las cosas, al tiempo que Batman intenta localizar y neutralizar a este impostor, entra en juego la detective Wong, que se hará cargo del caso, y de paso le hará las cosas un poco más difíciles a Batman, que quizás está cargando con demasiado peso sobre sus espaldas. Si la historia es efectiva y dinámica, el arte de Sorrentino es impresionante, con composiciones de página que dejan sin aliento al lector, y utilizando con inteligencia el uso del color (maravillosa Jordie Bellaire como siempre), y sobre todo el recurso de cambiarlo para dirigir la mirada del lector hacia algún pequeño detalle, a menudo esencial para la trama. No por casualidad, se utilizan a menudo tonos rojos sobre los negros y grises de la ciudad, algo que también ha cuidado la fotografía del film de Matt Reeves. Un cómic ideal para los nuevos lectores que, sin embargo, resulta igualmente atractivo para los lectores veteranos, aunque su protagonista haya sido diseñado para parecerse quizás demasiado a su contrapartida en la gran pantalla.
|
|
|