Marvel Premiere - Daredevil #3: Por el Infierno El pasado hace un inesperado regreso en la vida de Matt Murdock
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Con un estupendo ritmo en este nuevo formato Marvel Premiere, ayudado sin duda por sus estupendas ventas, nos llega ya el tercer tomo del Daredevil de Chip Zdarsky, con el que se completa el primer año de la serie y se confirma que estamos ante otra gran etapa del personaje. Parece que el abogado ciego tiene la habilidad de enlazar grandes temporadas dentro de sus aventuras y como muestra, aunque dejemos atrás etapas seminales como la de Frank Miller, tenemos a Brian Michael Bendis, Ed Brubaker, Mark Waid o Charles Soule, que se han encargado en los últimos tiempos de seguir haciendo interesantes las historias de Daredevil, a menudo con interesantes giros de guión o nuevos planteamientos, que nos aseguran que el personaje está más vivo que nunca.
En los primeros volúmenes hemos acompañado a Matt Murdock, lidiando con la difícil decisión de colgar para siempre el traje rojo, y dedicándose de lleno a su carrera como abogado. Aunque sus intenciones son firmes, pronto comprobará que no es fácil escapar de su pasado, un tema que, como luego veremos, será recurrente en esta etapa. En este tercer tomo los problemas siguen acumulándose, por un lado con la aparición de un nuevo vigilante que se hace pasar por Daredevil, al que Matt (ayudado por un genial Foggy) deberá rescatar de una muerte segura sin desvelar su doble identidad, en unas páginas sencillamente brillantes en las que Zdarsky demuestra que le ha cogido el tono al personaje y que puede llevarle donde quieras. Además, la policía sigue dispuesta a acabar con los héroes urbanos de la ciudad, y si en los números anteriores El Castigador y Daredevil eran sus objetivos, en este caso será Spiderman quien deba lidiar con esta difícil situación.
Por si los problemas fueran pocos para Matt, al final del segundo tomo asistíamos atónitos al regreso de Elektra, que lógicamente tendrá consecuencias en esta nueva entrega. Resulta curioso como Zdarsky consigue que recordemos la etapa de Frank Miller de forma irremediable al leer de nuevo los diálogos entre Elektra y Matt, y cómo está dosificando las apariciones dentro de la historia, ya que maneja de forma paralela muchas tramas, que no pueden ser abandonadas por su regreso. Sin embargo, el protagonismo del tomo lo reclama Kingpin, en pleno proceso de redención y ya como alcalde de Nueva York, que también va a descubrir que no es fácil huir del pasado. Resulta genial la parte en la que asiste a una reunión con el resto de peces gordos de la ciudad, que ahora la manejan tras su marcha, y como aguanta las burlas de uno de ellos, algo que terminará de forma desastrosa cuando el viejo Kingpin vuelva a salir a la superficie. La forma en que Zdarsky trata esta situación, y cómo consigue solucionarla a continuación hace que casi queramos saber más sobre Kingpin que sobre Daredevil, a pesar de que sea el nombre del este último quien figura en la portada. El dibujo de Marco Checchetto es el segundo motivo por el que deberías hacerte con los volúmenes ya editados de la serie, y disfrutar de una de las más vibrantes y prometedoras etapas de toda la historia del personaje.
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