Green Lantern Volumen 1: Agente Intergaláctico El cuerpo de Green Lanterns recibe el tratamiento Morrison
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Que cierto es que cualquier personaje en las manos adecuadas es capaz de conseguir el status de obra maestra. Fue el propio Grant Morrison, guionista del tomo que nos ocupa, quien lo demostró sin lugar a dudas tras su paso por Animal Man. Se trataba de un personaje que permanecía casi olvidado para DC y que, tras su paso por la serie, se convirtió en una lectura indispensable y una etapa inolvidable para los lectores. En anuncio de la llegada del guionista escocés a la serie, acompañado del siempre interesante Liam Sharp como dibujante, despertó mi curiosidad, a pesar de que ni el género cósmico en general, ni el personaje en particular estuviesen entre mis favoritos. Escondido entre otras novedades, su paso por el formato grapa no logró colarse entre mis preferencias mensuales, pero la llegada del primer tomo recopilatorio se me antojaba como imprescindible, y no dudé en llevármelo a casa.
Como viene sucediendo en proyectos recientes, Morrison divide su etapa en “temporadas”, al más puro estilo de las series de TV americanas, de manera que durante todo el tiempo que va a permanecer como guionista de la serie, se van a encadenar dos temporadas, cada una de ellas de doce entregas. El tomo con el que ahora comienza ECC la recopilación en tapa dura recoge los seis primeros números, es decir, la mitad de la primera temporada, y Morrison ha decidido convertir al bueno de Hal Jordan en un policía intergaláctico que recorrerá todos los rincones del Universo para hacer valer la justicia que aplica según el código de los Green Lantern Corps.
Lo primero que hace el guionista con el personaje es volver a darle el puesto de Green Lantern del sector 2814, que según muchos aficionados nunca debió perder, para a continuación vivir toda una serie de aventuras a cada cual más bizarra e interesante, que incluyen persecuciones imposible, infiltrarse en una misteriosa organización, o detener e interrogar al mismísimo Dios (sí, como habéis leído). En las manos del guionista todo es posible, y si encima se hace acompañar de un artista como Sharp, todo encaja a la perfección, aunque en esta primera mitad tan sólo alcanzamos a ver parte del puzzle, y se trata de una sucesión de historias autoconclusivas, que van tomando forma y dejando pistas sobre la trama general de la etapa conforme avanzan las entregas.
Después que la marcha de Geoff Johns, el personaje ha pasado por diversos equipos creativos, algunos más interesantes que otros, y era el momento de que alguien le diese a la serie un giro de timón. Morrison cumple sobradamente el encargo de atraer de nuevo a los lectores, ya que no se parece a ninguna etapa anterior del personaje ni, si me apuráis, a ningún cómic que hayamos leído antes. En sus manos, Hal Jordan es un protector del cosmos como jamás lo había sido. Un policía que se hace cargo de robos y asesinatos sin pestañear, que recita sus derechos a los criminales antes de detenerlos, y que se permite jugar a la dupla poli bueno – poli malo como si lo hubiera hecho toda la vida. Aunque quizás sea pronto para juzgar la etapa completa, todo parece indicar que Morrison ha conseguido revitalizar de nuevo la franquicia, regalando a los lectores una etapa diferente y muy entretenida.
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