Batman-Superman 1: Los Infectados Parte 1

El temible regreso de El Batman que Ríe

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Desde su llegada al universo DC, Scott Snyder ha estado siempre envuelto en polémica. Su estancia en la serie Batman, justo cuando Los Nuevos 52 aterrizaban en nuestras librerías, no terminó de cuajar entre los lectores, aunque todo sea dicho, se saldó con unas magníficas ventas, lo que provocaron que Snyder se convirtiera en el guionista de moda, lo que sin duda le abrió la puerta de nuevos y ambiciosos proyectos, como Noches Oscuras y su secuela, en la que ha creado todo un universo en el que mostrar una versión oscura y retorcida de los personajes de la editorial. Dentro de este universo oscuro destaca El Batman que Ríe, una terrorífica versión del personaje cuya creciente popularidad le ha valido una serie limitada propia, escrita también por Snyder, e ilustrada por el siempre estimulante Jock. A pesar de que la serie que ahora nos llega en formato tomo es una especie de continuación no oficial de esta propuesta, Snyder no está implicado en el proyecto y el tono que Joshua Williamson le da a la colección es mucho más superheróico de lo que cabría esperar.


Y es que, contra todo pronóstico, no se trata de una serie protagonizada por Batman, en la que se pudiera producir el esperado enfrentamiento de ambas versiones del personaje, sino que la cabecera vuelve a estar compartida por Batman y Superman, los dos héroes de DC que más veces han aparecido de forma simultánea en la portada de un cómic. Siguiendo la estela de innumerables autores que han contado las aventuras conjuntas del Hombre Murciélago y el Hombre de Acero, como el guionista Jeph Loeb hizo no hace demasiado, Williamson se une al impresionante David Márquez para contarnos la enésima colaboración de los héroes para hacer frente a un enemigo común.


Aunque la premisa puede que no parezca muy original, en manos de su guionista se convierte en la excusa perfecta para continuar el legado de Snyder en el universo DC, incluyendo este primer tomo, además de las tres primeras entregas de la mencionada cabecera, especiales dedicados a Shazam o Black Adam, dentro de la saga Los Infectados, que da título al tomo y al mismo tiempo continúa el evento conocido como El Año del Villano, que DC aprovechaba para volver a la vista a los siempre socorridos villanos de la casa. A pesar de que el tamaño de la amenaza requeriría de la ayuda de la Liga de la Justicia al completo, Williamson se las arregla para limitar la historia a la participación de Batman y Superman, además de para hacer honor al título de la cabecera, para explorar de forma muy acertada la interacción de ambos héroes ante la amenaza que supone la llegada de los infectados a nuestro universo. Aunque el dibujo de Márquez justifica por si solo la compra del tomo, es ayudado aquí en los números especiales por dibujantes como Iñaki Miranda o Patrick Olliffe. Si a eso añadimos una interesante trama de Wiiliamson que va creciendo conforme avanza la serie para dar cabida casi al multiverso DC al completo, estamos ante una compra segura que no decepcionará a los lectores.