Superman: Action Comics #1 - La Mafia Invisible

Una nueva dirección para el Hombre de Acero

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La llegada de Brian Michael Bendis como guionista de las series de Superman fue tomada con recelo por muchos de los lectores, que desconfiaban de que Bendis supiera dejar a un lado su habitual forma de narrar, para mucho demasiado pausada, y sobre todo, que supiera abandonar la costumbre, adquirida hace años y patente en sus proyectos para diversos títulos Marvel, de hacerse cargo de dos cabeceras de forma simultánea, comenzando a contar la historia en un número de un título, para retomar dicha trama en otro de los títulos al cabo de varios meses, y obligando a los lectores a hacerse con ambas colecciones si querían llevar al día las aventuras de su personaje favorito. Su llegada a DC, y a las colecciones de Superman tuvo lugar con una nueva miniserie llamada El Hombre de Acero, que rendía así homenaje al relanzamiento llevado a cabo por John Byrne en los años ochenta, y en la que ya podían adivinarse dos líneas narrativas por las que iban a discurrir las historias que el guionista tenía pensadas para su estancia en la franquicia.


Por un lado, tenemos las historias de corte más clásico, en las que la acción toma el protagonismo, y que nos dejan a nuestro héroe enfrentado casi en cada entrega a un villano diferente, algo que sucedía en la citada miniserie, cuando se nos presentaba a Rogol Zaar, responsable de la destrucción del planeta Krypton, con el que nuestro protagonista mantenía una espectacular pelea durante las seis entregas que componían esta historia. Sin embargo, había otra mitad para esta nueva propuesta de Bendis, que ahora tendrá continuación en la cabecera Action Comics. En este caso, la vertiente periodística del matrimonio formado por Clark Kent y Lois Lane, tomará el protagonismo de la serie, y para ello Bendis nos tiene preparado un festival de intrigas y traiciones como pocas veces se ha visto.

Ya en la miniserie con la que Bendis inauguraba su estancia dejaba caer algunas de las tramas que ahora se explotan en este primer tomo, como los incendios que están asolando Metrópolis, tras los que sin duda existe una mano negra, y de la que poco a poco iremos conociendo más detalles, que incluyen una fortaleza, escondida incluso de los super sentidos de Superman, en la que un grupo de misteriosas figuras se reúnen para tejer su complicada agenda.


El hecho de que Lois haya consentido que su hijo se quede una temporada en el espacio junto a su abuelo va a ser una de las claves para que podamos verla recuperar un protagonismo que jamás debió perder. Aunque las apariciones de Superman alternarán las investigaciones llevadas a cabo por Clark con las que haga vestido con el traje rojo y azul, en el caso de Lois no hay hogar al que volver apresuradamente, por lo que las tramas pueden ser todo lo extensas que se quieran, lo que hace que la lectura gane muchos enteros. Bendis añade a la lista de personajes una gran cantidad de secundarios, a cada cual más interesante, ya sean nuevas amenazas para nuestro protagonista o simples compañeros de redacción de la pareja, aunque en manos del guionista, puede que resulten ser ambas cosas a la vez. Al dibujo tenemos a un enérgico Patrick Gleason, que inunda cada página con su estupendo arte, y a otros fantásticos artistas como Ryan Sook o Yanick Paquette, toda una sorpresa para los que pensaban que este tipo de tramas no necesitan de dibujantes tan conocidos como los que nos ocupan. Un nuevo punto de partida con el que Bendis demuestra que no hay personajes desaprovechados si él está cerca.