Marvel Must-Have: Secret War

Estableciendo el nuevo terreno de juego para los héroes Marvel

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Poco antes de que Brian Michael Bendis se hiciera cargo de los guiones de Nuevos Vengadores, reinventando la franquicia y dando a los héroes más poderoso de Marvel un nuevo enfoque, se encargó de escribir la miniserie que ahora nos llega en formato Must-Have. Aunque la trama iba más por el tema espionaje como veremos a continuación, sí que pudo servir como prueba para comprobar cómo funcionaban los personajes a los que Nick Furia iba a reunir para su “guerra secreta”, aunque no adelantemos acontecimientos.

El protagonismo absoluto de la serie es para Furia, quien empeñado en conocer cómo se financian los villanos entre un golpe y otro y, sobre todo, cómo se las arreglan para poder permitirse los increíbles ingenios mecánicos que utilizan para cometer sus crímenes, terminará descubriendo un complot que incluye al Chapucero y que le llevará directamente a Latveria. Cuando Furia intente conseguir permiso del presidente para tomar cartas en el asunto y, ante la negativa de éste, no le quedará más remedio que montarse su propio equipo para trabajar en la sombra, de forma que solucione el problema sin contar en ningún caso con el beneplácito del gobierno americano.


Para llevar a cabo su misión, pone en común a la flor y nata de los héroes Marvel, construyendo un equipo formado por Daredevil, Viuda Negra, Capitán América, Lobezno y Luke Cage. Fuera de forma consciente o no, Bendis terminaría contando con todos estos personajes en algún momento de su longeva etapa vengadora. Y para añadir algún elemento novedoso en el grupo, incorporará en sus filas a Daisy Johnson, un personaje desconocido en ese momento, pero que tendría un papel decisivo en Guerreros Secretos, la recomendable serie desarrollada por Bendis, que precisamente recuperó Panini en formato Marvel Saga no hace demasiado.


Como viene siendo habitual en las colecciones de Bendis, la narración transcurre a través de flashbacks y continuas idas y venidas del presente al pasado, de forma que, aunque a priori todo resulte algo confuso para el lector, la trama va tomando forma y resulta convenientemente explicada conforme avanzamos por las cinco entregas de la miniserie. En el apartado artístico tenemos al italiano Gabriele Dell Otto, que realiza un fantástico trabajo, ayudando a Bendis a darle a la historia toda la carga épica necesaria para hacer de este relato de espías una lectura imprescindible. Con abundantes splash pages y utilizando a veces el recurso de Bendis de repetir las expresiones de los personajes para continuar una larga conversación, la lectura nos hace preguntarnos por qué no vemos al artista en más proyectos. En resumen, una historia muy bien construida por Bendis, que nos sumerge en la parte más desconocida del Universo Marvel, la que transcurre en la sombra y esconde sus secretos más insospechados, algunos de las cuales verán la luz por fin en estas páginas.