Batman: Tierra Uno

El Hombre Murciélago para una nueva generación

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Para los que aún no estén familiarizados con el sello Tierra Uno, contarles que se trata de una apuesta de DC Comics por volver a contar los orígenes de sus principales personajes, pero dando a sus autores toda la libertad creativa posible. Algo así como el sello Black Label para toda la familia. El superventas J. Michael Straczynski fue el primer guionista en recibir la tarea de reimaginar a uno de los grandes personajes de la casa, y durante tres entregas, se hizo cargo de Superman, aunque el resultado pasó casi desapercibido para los lectores y el público en general. Para encargarse del Hombre Murciélago, apostaron por Geoff Johns, uno de los valores seguros de la editorial, que junto con Gary Frank forma uno de los tándems más sólidos que se recuerdan. El éxito ha acompañado a la pareja durante los tres volúmenes con los que, de momento, cuenta la serie, situándolo en todas las ocasiones como uno de los más vendidos y generando la correspondiente expectación cada vez que se anuncia la llegada de una nueva entrega.

Ahora que ECC ha decidido reunir todo lo publicado en un solo volumen, es hora de repasar que ha dado de sí la saga, y comprobar si el éxito del que siempre ha gozado se corresponde con la calidad del cómic. Para la ocasión, Johns nos presenta un Bruce Wayne que, al igual que el original, ha decidido emprender una cruzada contra el crimen para vengar la inesperada muerte de sus padres, aunque como veremos a lo largo de sus páginas, le falta aún cogerle el tranquillo a esto de ser un cruzado enmascarado, y por eso le veremos caerse al saltar entre azoteas o que sus complicados gadgets exploten cuando intente utilizarlos.


Otro de los cambios principales que tendremos en esta acertada reinvención del personaje está en Alfred, el que habitualmente es el apocado mayordomo de la familia Wayne, que aquí es más bien un ayudante en su interminable cruzada. Poco c poco se irán presentando los principales villanos, como El Acertijo, Killer Croc, Catwoman o Dos Caras, aunque sin desvelar demasiado, no van a tener mucho que ver con los que hemos conocido en otras historias del personaje. Johns se encarga de introducir cambios en los orígenes de los villanos, y algunos más de diseño, para dejarnos personajes que en nada se parecen a los originales, pero que resultan igualmente fascinantes.


Si a todo esto le sumamos el prodigioso arte de Gary Frank, tan detallista y cuidado como siempre, tenemos en las manos uno de los mejores cómics que DC haya publicado en la última década. Cada página del artista está llena de pequeños detalles, y las abundantes splash pages sirven para que el lector se pare a disfrutar de las escenas de acción, o se recreen en algunos momentos de la historia, como el que tiene lugar en una licorería. Una verdadera maravilla, que llega de nuevo a las librerías en un formato ideal para regalar a los que se estén iniciando en este estupendo pasatiempo que es el cómic.