Batman: Querido Detective

Nueva propuesta como autor completo para Lee Bermejo

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Creo que ya os he hablado alguna vez de cuando conocí a Lee Bermejo. Fue durante la entrevista que realicé junto a mi compañero de web, y durante todo el tiempo que estuvimos charlando nos demostró que, a pesar de ser uno de los dibujantes más conocidos y solicitados, es sobre todo una persona cercana, educada, y muy implicada con el medio en el que ha decidido trabajar. Por eso cada vez que se anuncia un nuevo proyecto firmado por el artista, y antes siquiera de abrir el cómic en cuestión, sé de buena tinta que voy a encontrarme con un proyecto en el que Bermejo ha puesto todo su corazón. Ahora que he terminado la lectura de Batman: Querido Detective, puedo asegurar que no me equivoco en esta afirmación.


De nuevo tenemos a Bermejo como autor completo, algo de lo que pudimos disfrutar en su excelente Batman: Noel, o en la serie de creación propia Suicidas, que nos dejaban claro que además de ser un excelente artista, es también un magnífico guionista y, a tenor del proyecto que ahora nos llega, un creador como pocos en la industria del cómic. Y es que el origen de Batman: Querido Detective es bastante curioso. Todo sabemos que su dibujo, detallista como pocos, depende mucho de un pausado ritmo de trabajo, que a menudo le impide comprometerse con determinados proyectos, a sabiendas de que no podrá cumplir con los plazos de entrega. Por eso es muy habitual encontrar sus dibujos en las portadas de diversas colecciones y especiales. Hace algún tiempo que se le disfrutaba como portadista fijo en la serie Detective Comics, que nos aseguraba contar con maravillosas ilustraciones dignas de enmarcar cada mes, en las que Batman y su interminable galería de villanos eran siempre protagonistas. La sorpresa llegó cuando el autor anunció que su nuevo proyecto era un libro en prosa, y que ya conocíamos las ilustraciones que acompañarían al texto, porque se trataba de las mismas que habíamos disfrutado como portadas.


Aunque fui muy escéptico al principio, sobre como iban a contarnos dichas portadas ningún tipo de historia, debo reconocer que el resultado final es sorprendente, y que verdaderamente consiguen transmitir la sensación de historia conjunta pensada por el autor. Así, mientras acompañamos al Caballero Oscuro en una típica noche en Gotham, poniéndose el traje, escalando edificios o enfrentándose con el villano de turno, Bermejo “toma prestada” la voz de uno de esos villanos para hacer un análisis de lo que supone enfrentarse al detective que da título a la historia. Desconozco cual será el nuevo proyecto del autor, pero estoy seguro de que una vez más contará con mi interés, porque se que no me defraudará.