Batman: Reptil

El Hombre Murciélago frente a su más bizarra investigación

Batman: Reptil USA - 2022
Guionista:Garth Ennis
Dibujante:Liam Sharp
Editorial:ECC Ediciones - 160 páginas - color Precio:19,95€

PUNTUACION
4/5

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Desde su llegada, sustituyendo a otros sellos como Vertigo, que aseguraban la libertad creativa de sus autores, el sello Black Label ha ido ganando adeptos que buscaban en las propuestas del sello algo diferente a las cabeceras mensuales de sus personajes favoritos. Por eso el hecho de que un autor tan interesante como Garth Ennis, creador de Predicador, una de las mejores series jamás publicadas por Vertigo, fuera a hacerse cargo de una serie limitada de Batman para Black Label era sin duda una gran noticia. Aunque para muchos el resultado final no haya cubierto sus expectativas, lo cierto es que se trata de un enfoque muy distinto al habitual, y aunque se centra como muchos otros proyectos de Batman en una investigación, sacando a relucir su lado más detectivesco, no se parece a nada de lo que haya leído jamás del personaje.


El cómic nos cuenta que algo está atacando sin piedad a los enemigos de Batman, llegando en muchos casos a dejarnos mutilados y malheridos, lo que provoca que el justiciero de Gotham comience a investigar quién o qué puede estar detrás de los salvajes ataques. Dejando a un lado que nuestro protagonista quiera poner fin a algo que, a la larga, le va a librar de la mayor parte de sus enemigos, Ennis avanza de forma pausada para ir dejando pistas que seguir, y que sin duda nos llevarán a uno de los enemigos clásicos del héroe. Sin embargo, los que crean que se trata del típico juego sobre descubrir quién lo hizo, como la popular saga Silencio, cambiarán de idea al llegar a la mitad del relato, y es que Ennis decide saltarse todas las reglas conocidas para ofrecer un extraño desenlace a la historia, dejando al lector incapaz de reaccionar ante lo que está leyendo.


Aunque el dibujo iba a estar inicialmente a cargo de Steve Dillon, habitual colaborador de Ennis en obras como la antes mencionada Predicador, su ausencia tuvo que ser cubierta por Liam Sharp, un artista con un estilo diametralmente opuesto al de Dillon, que supone una de las partes más interesantes del tomo que ahora nos trae ECC. Con un acabado que podría recordarnos al mismísimo Bill Sienkiewicz, el dibujo de esta propuesta casa a la perfección con la locura que parece rondar en cada página, usando un estilo que bien podría haber firmado Dave Mckean en las páginas de Asilo Arkham. Una propuesta diferente y muy arriesgada, que no puedes dejar de leer, y que encaja a la perfección en lo que el sello Black Label sigue proponiendo con cada nuevo proyecto: historias diferentes protagonizadas por nuestros héroes favoritos.