El Rey de los Espías

Tan peligroso como un espía sin nada que perder

El Rey de los Espías USA - 2023
Guionista:Mark Millar
Dibujante:Matteo Scalera
Editorial:Panini Cómics - 136 páginas - color Precio:22,00€

PUNTUACION
4/5

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El anuncio de la venta de Millarworld a Netflix suponía la oportunidad de que todos los proyectos que el siempre genial Mark Millar ha ido creando para su propio sello, iban a ver la luz en televisión, gracias a un acuerdo en dos direcciones, que también suponía que Netflix iba a ser quien publicase a partir de ahora los nuevos proyectos y continuaciones de las series ya existentes. La calma en cuanto a novedades editoriales durante los primeros meses desde la publicación del acuerdo nos hizo temer lo peor, y es que Millar parecía más preocupado por la adaptación en forma de serie para TV de su Jupiter´s Legacy, que de escribir nuevas historias en comic. Sin embargo, poco a poco han ido llegando anuncios de nuevas entregas de su maravillosas The Magic Order y Prodigy, el cierre de su trilogía American Jesus, o nuevas series como la que ahora nos trae Panini, prueba de que el autor sigue en plena forma, y que le queda energía para llevar adelante nuevos y muy interesantes proyectos para ambos medios.


En las primeras páginas de El Rey de los Espías, Millar nos presenta a Roland King, un James Bond hipervitaminado que nos dejará sin habla con la espectacularidad de su forma de actuar, y que suelta sin parar frases tan molonas como el “¡Taxi, siga a ese avión!”, que nos deja claro que los altos niveles de comomolismo con los que Millar suele trabajar no van a bajar en este proyecto. Sin embargo, a las pocas páginas vamos a ver como nuestro protagonista ha ido cumpliendo años, y se encuentra próximo a la jubilación. Una visita al médico y unos resultados poco esperanzadores van a provocar que el espía decida volver a la acción para dejar resueltos todos los cabos antes de su muerte, lo que significa ajustar las cuentas a todos los bastardos que dejó sin vida por un motivo u otro, que ahora van a pagar con crecer el daño causado.


Este interesante giro de guión cambia por completo la miniserie, que a partir de ese momento se convierte en un salvaje espectáculo en el que Millar se lo pasa genial acumulando salvajadas por página, ayudado por un inspirado Matteo Scalera, que dota al conjunto de un aspecto muy cinematográfico, cargado de adrenalina. Aunque por supuesto, el guionista guarda para el final uno de sus típicas sorpresas, la serie se disfruta de principio a fin como el divertimento gamberro que es. Se lee de un tirón y te deja con una media sonrisa en el rostro, preguntándonos si Pierce Brosnan estaría interesado en volver a interpretar a un agente secreto al servicio de su majestad, esta vez con más edad y bastante más mala leche que cuando interpretó a James Bond.