Marvel Must-Have - El Invencible Iron Man: Las Cinco Pesadillas Un regreso a las esencias para Tony Stark
Como en otras ocasiones, la versión fímica marvelita estaba detrás de uno de los más esperados relanzamientos. En este caso, tan solo había visto la luz el primer film dedicado a Iron Man, pero su increíble éxito, que supondría los cimientos del universo cinematográfico que hoy conocemos, dejaba muy claro que había que ofrecer a los espectadores que acababan de salir de ver la película un producto que fuese cercano a lo que habían visto, y si se trataba de un nuevo número 1, mejor todavía. Llegaba así el lanzamiento del quinto volumen de las aventuras de Iron Man, al que se enfrentaba su nuevo equipo creativo con una dificultad añadida. El Tony Stark que habíamos visto en los cómics en los últimos años tenía poco que ver con el de la gran pantalla, sobre todo después de Civil War, de la que el héroe no salía muy bien parado, tras traicionar a sus compañeros y realizar alguna que otra jugarreta no muy bien vista.
Por eso, cuando Matt Fraction y Salvador Larroca se pusieron manos a la obra, decidieron que lo mejor era tomar los elementos básicos del personaje, y recuperarlos en esta nueva andadura, tomando como base la tecnología que tan bien había funcionado tiempo atrás, y añadiendo elementos y personajes del film, para que los recién llegados no se extrañasen. Por ejemplo, si en el film que acababa de estrenarse teníamos a Obadiah Stane como villano, en los cómics, debido a que el personaje llevaba años muerto, se optaba por presentar a su hijo, Ezekiel Stane como una versión 2.0 del malvado Obadiah. La nueva némesis de Iron Man comparte con su padre hasta el parecido físico, calvicie incluida, lo que ayudado por el arte de Larroca, suponía que los espectadores, ahora lectores, lo identificarían sin problema. Y a los que crean que la idea es muy enrevesada, recordarles que cualquier cosa vale, antes que la enésima resurrección de un villano.
Tenemos por tanto, un duelo de genios entre Tony y Ezekiel, cuya juventud funciona a la perfección, y va a provocar que Tony se pregunte si ha tomado las decisiones correctas en su vida, y si ha empleado su intelecto de la manera correcta. Muchas son las referencias al ajedrez como forma de entender la vida y los negocios de este nuevo personaje, y parece que Fraction se toma este primer arco argumental como si de una partida entre ambos se tratase. Aunque lógicamente, el pasado no desaparece de un plumazo, y Fraction saca a colación las consecuencias de la Guerra Civil para Spiderman o Thor, se las arregla para que este comienzo sea perfectamente disfrutable para cualquier lector. Algo que sin duda ha tenido en cuenta Panini al incluirlo dentro de su línea Marvel Must-Have, dirigida a nuevos lectores, y a todos los que quieran comprobar porqué la colección ganó en 2009 el premio Eisner a la mejor nueva serie regular.
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