Veneno: La Marca del Jefe – La Agenda Veneno – Final

El Veneno más noventero llega a su fin

Veneno: La Marca del Jefe – La Agenda Veneno – Final USA - 2023
Guionista:Larry Hama, Ivan Velez Jr.
Dibujante:Tom Derenick, Mark Pajarillo, Tom Lyle
Editorial:Panini Cómics - 168 páginas - color Precio:25,00€

PUNTUACION
2,5/5

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Como deja bien claro David Hernández en su introducción al volumen, la historia noventera de Veneno está repleta de momentos y decisiones comiqueras que no podrían haberse dado en ninguna otra época de los historia del noveno arte. La década de los 90 fue para el mundo de la viñeta -como en casi todos los demás campos del entretenimiento y, nos aventuraríamos a decir, la vida en general- una época de excesos, egos desmedidos y dudosas decisiones editoriales. Fueron los tiempos de los dibujantes por encima de todas las cosas, los personajes de moralidad discutible y medidas desproporcionadas, las portadas de todos los materiales imaginables y algunos inimaginables…

Por supuesto, estos años sirvieron de caldo de cultivo para todos esos antihéroes que se habían asomado a las viñetas de manera tímida hasta el momento y que ya no se regían por valores morales incuestionables, sino por cosas como la codicia, los intereses propios o la venganza, mucha venganza, toda la venganza… Fueron los años de crecimiento del Motorista Fantasma encontrando nuevo portador, los psicóticos soliloquios de Masacre o las ansias vengativas desmedidas de Frank Castle. Y, por supuesto, fueron los años de expansión de Veneno y su versión aún más desquiciada, Matanza.


Esta época de excesos y crecimiento del cómic, ayudada por ese afán especulador que presentaba a los tebeos como la nueva forma de inversión para ganar mucho dinero rápido, llevó a las editoriales y, sobre todo, a Marvel a encadenar propuestas que pretendían saturar el mercado con los personajes más populares del momento. Y, si había alguien famoso en aquella época gracias a su presentación en las páginas de Spiderman de mano del popular Todd McFarlane, ese era Veneno. Nacido como villano imparable con grandes poderes y ansías caníbales, el personaje había ido mutando en antihéroe para justificar su cada vez mayor presencia en el catálogo de colecciones marvelianas.

Lejos quedaban ya aquellas primeras apariciones casi arrancadas de Alien en las que el simbionte mataba sin remordimiento alguno y torturaba a nuestros desafortunado Peter Parker y su nutrido grupo de amigos. Ahora, su unión a Eddie Brock lo había llevado a acercarse a la humanidad y, aunque de vez en cuando seguía sorbiendo algún cerebro o arrancando alguna extremidad, calmado sus instintos asesinos. Y, gracias a eso, Marvel pudo lanzar decenas de series limitadas encadenadas, en su mayoría orquestadas por los asiduos guionistas arácnidos Larry Hama o Howard Mackie, que continuaban ofreciendo a los lectores “aquello por lo que clamaban”.


Ahora ha llegado el turno de sumergirnos en las tres últimas propuestas de esta tumultuosa etapa con este volumen que se presenta incluso más noventero que los anteriores. Comenzamos con La Marca del Jefe, historia que enfrenta al Protector Letal con el anteriormente citado Motorista Fantasma de manos de Iván Velez Jr. y Thomas Derenick. Todo un festín de guantazos, frases lapidarias y personajes extremos que encantará a todos aquellos que han aguantado hasta este volumen.

Larry Hama es el encargado de cerrar el tomo con las dos últimas propuestas y, como no podía ser de otra manera, se lo pasa en grande enfrentando a Veneno contra su odiado Spiderman.

La Agenda Veneno nos ofrece una brutal lucha sin cuartel entre nuestro adorado vecino y nuestro simbionte psicópata preferido, ilustrado de manera correcta por Tom Lyle. Un especial sin mucho argumento más allá que el de encerrar a ambos personajes en el mismo sitio y dejar que se destrocen cosas en las respectivas cabezas.

Por su parte, Veneno: Final termina la concatenación de series limitadas presentada en esta línea editorial y acaba con esa extraña vinculación del alienígena con el Comité de Extralimitaciones, agencia gubernamental secreta que había reclutado a Brock y su oscuro compañero de viaje para llevar a cabo operaciones encubiertas. Todo un festín de tiros, traiciones, chulería y dientes apretados que, por supuesto, vuelve a contar con la aparición de Spiderman.