Marvel Deluxe – Inmortal Hulk #1: La Puerta Verde Al Ewing inaugura su etapa en Hulk
Los hechos previos a la aparición de esta etapa en las librerías especializadas nos habían dejado a un Bruce Banner muerto y enterrado. Los sucesos acaecidos en la divisiva Civil War II (¿cuándo no ha pasado eso en los últimos tiempos si Michael Brian Bendis está en el ajo?) habían llevado a Ojo de Halcón a acabar con la vida de Banner para eliminar de una vez por todas al monstruoso vengador verde del tablero de juego. Una decisión definitiva que, sin embargo, abría las puertas a hacer borrón y cuenta nueva y a inaugurar una colección en cuyo título leeríamos la palabra inmortal… ¿Vais pillando por donde va a tirar esto?
Pues dicho y hecho. El guionista Al Ewing se ha convertido en los últimos tiempos en un imprescindible gracias a un conocimiento enciclopédico del universo Marvel que, sin embargo, no está reñido con una alucinante capacidad para encontrar nuevos ángulos o lecturas a la historia de cada uno de los personajes en los que trabaja. Propuestas como Ultimates -un paseo por el lado más cósmico y alucinante marveliano-, Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga -que nos presentaba a todos los personajes que han usado este nombre en un ejercicio de retrocontinuidad que servía, además, de preámbulo al futuro de este héroe-, Los Defensores -un alucinante y alucinado viaje desde los albores de la Casa de las Ideas hasta el futuro más distante brillantemente ilustrado por nuestro adorado Javier Rodríguez-, o las etapas actuales de Veneno y Thor han cimentado un papel necesario en la Marvel actual que, por una mágica vez, regala a los lectores historias que aúnan de manera brillante nostalgia, modernidad y calidad.
Sin embargo, la serie que realmente lo catapultó a este lugar este los aficionados fue este Inmortal Hulk que Panini ha decidido recuperar en una edición de lujo acorde a la calidad del título. El guionista decide utilizar este relanzamiento para presentarnos a un Hulk muy diferente del que conocemos, transformado en un verdadero monstruo despiadado que no tiene ningún reparo a la hora de castigar con métodos expeditivos a aquellos a los que considera enemigos. Además, Ewing mira al pasado del personaje para recuperar esa etapa en la que el Coloso Esmeralda tomaba el control cuando desaparecía el sol, transformándolo en una especie de hombre lobo gamma que tiene aterrado a un Banner a la fuga e incapaz de controlar los horrores infligidos por su personalidad esmeralda.
Ayudado por el feísta pero impresionante arte de Joe Bennet, el guionista nos ofrece un viaje al corazón del espanto marveliano, con grandes dosis de violencia, acción y body horror que arranca esta propuesta de las seguras reglas del cómic superheroico, para adentrarse en las oscuras aguas del terror en la línea de recordados ejemplos como La Cosa del Pantano, Animal Man o los relatos de EC Comics. Sin embargo, el escritor deja bien patente su adoración por el personaje y la mitología marveliana aderezando la odisea de nuestro protagonista con la aparición de secundarios de lujo, villanos históricos y más de una mirada al pasado, incluidos cameos, easter eggs y escenas homenaje a las apariciones de Hulk en otros medios.
Una verdadera delicia que vuelve a situar a Bruce Banner y Hulk en un lugar privilegiado en este riquísimo universo comiquero. ¡Excélsior, Al Ewing!
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