Marvel Saga – Caballero Luna #11: Apagón El Caballero Luna recibe al nuevo equipo creativo
Marvel Saga – Caballero Luna #11: Apagón USA - 2024 Guionista:Brian Wood Dibujante:Greg Smallwood
Editorial:Panini Cómics -
144 páginas - color
Precio:19,00€
Cuando Panini ya ha anunciado el final de esta magnífica colección, nos toca hablar del undécimo tomo de la propuesta protagonizada por el Puño de Konshu en varias de sus etapas editoriales, que sigue manteniendo su calidad a pesar de los cambios en el equipo creativo. Warren Ellis y Declan Shalvey dejan los bártulos creativos a Brian Wood (Northlanders, DMZ) y Greg Smallwood (Human Target), quienes se encargan de continuar las aventuras de Marc Spector. Es interesante reseñar que, a pesar del cambio de equipo, seguimos con una línea muy continuista, con Marvel decidiendo no cambiar de volumen en esta etapa, ya que estaban pensando cómo integrar a Spector en el resto del universo y eventos de la editorial.
La opción era continuar la serie en pequeñas sagas relacionadas, pero no por eso de menor calidad, con Ellis presentando en seis números prácticamente autoconclusivos a un "nuevo" Caballero Luna de traje y corbata que ayudaba a los más desfavorecidos. Wood y Smallwood continúan esta premisao, pero con una única aventura de seis números. En esta ocasión, Wood apuesta por tramas menos fantásticas y se centra en la doctora Elisa Warsame, la psicóloga de Spector (o Jake Lockley, o Steven Grant, ya sabéis).
La trama nos lleva a la aldea africana de Akima, lugar de origen de Warsame, arrasada por el General Lor, quien casualmente visita Estados Unidos. La historia nos hace entender tanto el deseo de venganza de Warsame como la posición de Lor, un villano que también cumple órdenes.
Greg Smallwood hace un trabajo impresionante, sin atarse a una estructura clásica de viñeta. Juega con las páginas para que los encuadres y los cuadros de texto sean parte de la acción frenética, capturando perfectamente la interacción de la tecnología con el argumento. Por supuesto, no podemos dejar de mencionar el color, manejado magistralmente por Jordie Bellaire. Su trabajo eleva la calidad del cómic, haciendo de este tomo una compra obligada.
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