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Marvel Omnibus: Dinastía de X - Potencias de X Edición de lujo para la reinvención de la franquicia mutante
Marvel Omnibus: Dinastía de X - Potencias de X USA - 2024 Guionista:Jonathan Hickman Dibujante:Pepe Larraz, R. B. Silva
Editorial:Panini Cómics -
480 páginas - color
Precio:55,00€
Como suele suceder cada cierto tiempo, la franquicia mutante necesitaba urgentemente de un nuevo comienzo, uno de esos reinicios que despertara el interés perdido de los que ya eran lectores y, de paso, añadiera a nuevos adeptos a la gran cantidad de series con una gigantesca X en sus portadas que llegan cada mes a las librerías. En mi caso, hacía años que no me enganchaba a los mutantes y, salvo algunas excepciones, como las etapas de Grant Morrison o Joss Whedon, mi desinterés por la Patrulla-X y demás series mutantes, crecía mes a mes sin que se vislumbraran en el futuro vientos de cambio. Sin embargo, la llegada del guionista Jonathan Hickman a la franquicia ha servido para devolverme la fe en Xavier, Magneto y compañía, con un más que interesante reinicio, concebido como dos miniseries que deben leerse entrelazadas, y que ahora nos llegan en un indispensable tomo en formato Omnibus, que no debéis dejar pasar.
El primer acierto del guionista a la hora de enfocar este regreso a la gloria para los mutantes lo tenemos en que no es necesario estar al día con lo sucedido en las series antes de la llegada de Dinastía de X y Potencias de X. De hecho, el motivo de mi abandono de las series X fue precisamente la imposibilidad de llevarlas todas al día, y esa incómoda sensación de que te faltaba algo por leer en todo momento. Lo que Hickman propone a su llegada es tan sencillo como lógico: harto de que los humanos les persigan y den de lado, los mutantes han decidido autoexiliarse en la isla de Krakoa, lo que además del aspecto geográfico, incluirá a partir de ahora su propia legislación y gobierno, por el que se regirán a partir de ahora, sin tener que rendir cuentas a los homo sapiens.
La forma en la que se nos van explicando todos estos cambios resulta fascinante, desde cómo llegan a la isla, mediante un sistema de portales dispersos por todo el mundo, a la forma en que se organizan, y hasta deciden cómo actuar ante su posible muerte. Ayudado por sus clásicos diseños minimalistas, Hickman hace de la Era Krakoa un excelente punto de partida para los que, como yo, se bajaron hace tiempo del barco mutante, y quieren volver a disfrutar de esta nueva etapa. Todos los personajes clásicos tienen aquí su momento para brillar, pero la guinda del pastel la tenemos en Moira Mactaggert, convenientemente reinventada tras una revelación sobre sus poderes, que consigue que nos cuadre de forma automática todo lo que hemos leído de ella en el pasado, y que tras esta justificación, que aquí no comentaré, no volveremos a ver de la misma forma.
Y si el guion de Hickman resulta fascinante, lo mismo podemos decir del dibujo de la serie, tanto del de R. B. Silva como el de nuestro compatriota Pepe Larraz, sencillamente impresionantes, en los que puedes detenerte a analizar la composición y diseño de cada viñeta del tomo. Aunque falta por ver cómo continúa esta gigantesca epopeya, en las series regulares de X-Men, Merodeadores, Excalibur, X-Force, Nuevos Mutantes y Ángeles Caídos, y si seguirán reuniéndolas en formato Omnibus, el tomo que ahora nos llega es compra obligada para todos los lectores que le pidan algo más a sus historias.
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