Caballero Luna #5: Los Últimos Días del Caballero Luna Nuevos retos para el vengador lunar
Durante los últimos dos años, Jed MacKay ha demostrado ser una elección perfecta para guiar el destino editorial del Caballero Luna, ofreciéndonos una etapa repleta de grandes momentos en la historia del personaje. Con cada entrega, hemos asistido a la creación de La Misión de Medianoche y a la aparición de figuras intrigantes que han llegado para quedarse en el imaginario de este inigualable personaje marveliano. Ahora, con este quinto tomo que cierra esta fase, MacKay está decidido a ofrecernos un final a la altura de lo que hemos vivido hasta ahora, al mismo tiempo que rinde homenaje al complejo pasado de Marc Spector.
Para la ocasión, el villano que mueve los hilos es un nuevo y siniestro Espectro Negro, decidido a llevar el caos no solo a Spector y sus aliados, sino a toda la ciudad, convirtiéndola en un campo de batalla que amenaza con destrozar lo conseguido por nuestros protagonistas. La capacidad de MacKay para evitar los conflictos repetitivos de otras épocas del personaje son una de las bazas principales de esta entrega, en la que no hay espacio para el típico "héroe solitario" o los temores de "debo proteger a los demás". Esos dilemas han sido abordados y resueltos en los números anteriores, lo que permite que esta saga se centre en lo que mejor hace el Caballero Luna: enfrentar el mal de frente, con todos los recursos a su disposición y sin miedo en la recámara.
Panini nos presenta este tomo que es una descarga de pura adrenalina, rebosante de acción trepidante, golpes certeros y una violencia que solo el Puño de Konshu podría administrar con tanta precisión. Y aunque estamos ante el final de esta etapa,, también entramos en la antesala de lo que está por venir, con la inminente Vengeance of the Moon Knight en el horizonte, con MacKay de nuevo al mando al mando de los destinos de estos personajes.
Como hemos comentado anteriormente, la serie ha cultivado una galería de personajes secundarios y villanos que son tan interesantes como el propio protagonista, receta que ha probado su eficacia en las anteriores encarnaciones de la colección. Desde momentos de terror genuino hasta instantes de ternura inesperada, pasando por un humor oscuro y mordaz, cada número ha ofrecido una experiencia completa y satisfactoria. Lo más impresionante es que lo ha hecho manteniendo una coherencia interna que rara vez se ve en los cómics actuales, donde los cambios de equipo creativo a menudo traen consigo inconsistencias narrativas y los consabidos y cansinos crossovers destrozan los planes del más avezado de los guionistas.
En resumen, un cierre perfecto para una etapa más que recomendable que ha establecido un nuevo estándar para el personaje y nos deja ansiosos por lo que viene a continuación. ¡No os lo perdáis!
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