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Marvel Deluxe - Masacre de Skottie Young y Nic Klein Comic Digital
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Marvel Deluxe - Masacre de Skottie Young y Nic Klein

Skottie Young pone su patentado humor al servicio del Mercenario Bocazas

Un artículo de Javier Jiménez Jiménez - Introducido el 16/09/2024

Gerry Duggan fue el encargado de moldear la vida de Masacre durante gran parte de la década de 2010, y su despedida del personaje no fue menos dramática: un borrón total tanto literal como figurativo, con Wade Wilson perdiendo la memoria en un momento clave, justo cuando la popularidad del personaje estaba en su apogeo gracias a las películas. Con el público ansioso por Masacre tras la secuela fílmica, Marvel confió a Skottie Young la misión de continuar las desventuras del Mercenario Bocazas, acompañado por el alucinante arte de Nic Klein.

Young, conocido por su trabajo en I Hate Fairyland, Mapache Cohete y ciertas versiones infantilizadas de los personajes marvelianos, trajo consigo su estilo característico, inyectando a la serie una mezcla de irreverencia y un toque cinematográfico que la entronca perfectamente con el espíritu de las películas. En esta nueva etapa, Wade, tras su pérdida de memoria, abre un negocio de mercenario con la ayuda de Negasonic, intentando reconstruir su vida. Mientras tanto, una amenaza cósmica que ni Tony Stark ni los Guardianes de la Galaxia pueden contener se desata en el universo, y sorprendentemente, es Wade quien tiene la clave para resolverla.

El humor es uno de los aspectos que mejor maneja Young en este primer arco. Su habilidad para reinventar los chistes de siempre de Masacre y mezclar lo absurdo con lo heroico hace que la serie se mantenga fresca. La inclusión de su peculiar compañera de aventuras añade un dinamismo que refleja bien el tono de las películas. A lo largo de los números, Wade interactúa con otros personajes del universo Marvel, incluyendo un encuentro especialmente divertido con Jessica Jones en una historia con tintes noir.


No obstante, conforme avanzan los números, se empieza a notar un cierto agotamiento en la fórmula. Aunque el guionista logra mantener el humor en un nivel aceptable, la serie no termina de explotar todo el potencial mordaz que uno esperaría de Masacre. Los chistes funcionan, pero rara vez alcanzan el nivel de brillantez que caracterizó a las mejores etapas del personaje. Además, la trama inicial parece perder fuerza con el tiempo, sin una dirección clara que mantenga el interés del lector.

El arte de Nic Klein y Scott Hepburn acompaña bien a la narrativa, especialmente en los primeros números, donde logran combinar terror y comedia de manera efectiva. Sin embargo, al igual que la historia, el apartado visual también muestra signos de desgaste hacia el final del tomo, volviéndose más convencional. Aun así, hay momentos visualmente memorables, como el citado encuentro con Jones, que destaca por su atmósfera cargada y una parodia inteligente del género noir.

En conjunto, esta etapa de Masacre bajo la pluma de Skottie Young comienza con un gran potencial, capturando bien la esencia del personaje y ofreciendo una entrada accesible para nuevos lectores. Sin embargo, el entusiasmo inicial se diluye a medida que avanza, y aunque el humor y las referencias están bien ejecutados, la falta de una dirección más definida impide que la serie despegue por completo. A pesar de ello, sigue siendo una lectura entretenida y un buen punto de partida para aquellos que se acercan al Mercenario Bocazas desde las películas.


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