¡Caramba! #2, el cómic más largo del mundo El cómic más largo del mundo
Un artículo de
Redacción
-
Introducido
el 09/04/2012
Cuarenta y siete autores le dan forma al invento
¡Caramba! es una editorial independiente española especializada en cómic de humor, como declaran en su sitio web. Sus cabezas pensantes, Manuel Bartual -historietista y diseñador gráfico que, entre otras dedicaciones, dibuja el webcómic ¡Escucha esto! y la tira Sexorama para El Jueves-, y Alba Diethelm –creativa publicitaria y diseñadora, que ha trabajado para compañías como Orange y Pernod Ricard y ha diseñado libros para Astiberri y Dibbuks.
Este mes nos han sorprendido a todos con la nueva entrega de su fanzine, más conocido como ¡Caramba! #2, en un formato espectacular: un tebeo de cinco metros de largo. “¿Y cómo es eso?”, os preguntaréis. Ellos le han dado respuesta fácil: presentar el cómic en horizontal, enrollado y bajo la protección de un pequeño tubo. ¡Como si de un antiguo manuscrito y su carcasa protectora se tratase!
En este invento han participado cuarenta y siete autores del panorama nacional, que os presentamos en la siguiente lista: José Luis Ágreda, Paco Roca, Max, Ricardo Peregrina, Darío Adanti, Sergio Córdoba, Lucas Varela, Pedro Vera, López Rubiño, Javi Rodríguez, Gustavo Sala, David Sánchez, Mauro Entrialgo, Pedro Alpera, David Aja, Raúl Minchinela y Puño, Joan Cornellá, Rubén Fdez, Carlos de Diego, Manel Fontdevila, Santiago García y Javier Olivares, Albert Monteys, Néstor F, John Tones y Guitián, Carlos Vermut, Miguel B. Núñez, Luis Bustos, José Domingo, Paco Alcázar, Juan Berrio, Juaco Vizuete, Jorge Parras, Clara Soriano, Juan Díaz-Faes, Juarma, Mireia Pérez, Molg H, Gabriel Corbera, Calpurnio, Manuel Castaño y Joan Marín, Pepo Pérez, Bernardo Vergara y Manuel Bartual.
La idea la cuentan los editores en su sitio web: “Se nos ocurrió que podía resultar divertido plantear dos cadáveres exquisitos en paralelo, para ver cómo se iban desarrollando partiendo ambos de la misma viñeta. Mientras ¡Caramba! 2 se fue dibujando, cada autor vio las viñetas que precedían a la suya pero en ningún momento pudo ver las que estaban dibujándose en la otra fila. En realidad, muchos autores ni tan siquiera conocían la existencia de la otra cadena de viñetas. Para que el experimento no se nos fuera demasiado de las manos planteamos algunas reglas: que el personaje que habla al comienzo de la historia tenía que aparecer en todas las viñetas, que debía ser una historia lineal sin flashbacks ni recursos por el estilo, dos paletas de colores diferentes para cada fila y algunas otras cuestiones técnicas.”
En la web de la editorial se puede ver un vídeo acerca del invento, consultar las primeras viñetas y conseguir uno de los tebeos. ¡Hay que es una edición limitada de quinientos ejemplares!
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