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100% Marvel HC - El Castigador #4: Frank Castle: Máquina de Guerra El Castigador más implacable
Los que llevamos un tiempo leyendo tebeos, sabemos que si se trata de contar una historia entretenida, todo vale. Y si no, que se lo digan a Matthew Rosenberg y Guiu Vilanova, los autores que nos traen este nuevo volumen de las aventuras del Castigador, en el que todo es posible. Bruno Orive nos habla en la introducción del tomo sobre la verdadera esencia de Frank Castle, y tiene toda la razón cuando afirma que se puede jugar con dicha esencia, la de un hombre normal que busca venganza tras el asesinato de su familia, casi de cualquier forma. Los lectores más veteranos hemos visto ya al bueno de Frank desde todos los prismas posibles, luchando en las azoteas con Spiderman o Daredevil para lograr abatir al traficante de turno, y al poco tiempo suavizando sus métodos para formar parte de Los Vengadores, o convertido en una especie de monstruo de Frankenstein con ansias de venganza, en una de las etapas más controvertidas -y divertidas, no lo vamos a negar...- del personaje.
Pero no hay que ir tan lejos para contar una buena historia, y que un solo lector se lo pase bien a costa de mosquear al resto del fandom, como nos demuestra Rosenberg en este arco de seis entregas que ahora reedita Panini. Punisher acaba de recuperar su numeración original, que superaba ya las 200 entregas, y después del enésimo reseteo que nos regalaba Marvel de forma consecutiva, llegaba el momento de hacer algo distinto, casi chocante, que despertara el interés de los lectores. Aprovechando la situación de S.H.I.E.L.D., que tras la saga Imperio Secreto estaba falta de operativos, plantea una nueva misión para Castle, en este caso aprobada por la organización, o lo que queda de él, y dado que se trata de enviar a Frank a Chernaya, al otro lado del mundo, mejor será darle algo de armamento.
A diferencia de otras ocasiones, el armamento no va a consistir en varias cajas repletas de ametralladoras que Frank encuentre en un escondido contenedor del puerto, sino que Furia decide prestarle la armadura de Máquina de Guerra, perfectamente equipada como sabemos para todo tipo de combates. Dejando a un lado las motivaciones de nuestro protagonista, lo cierto es que la propuesta funciona bastante bien y la historia fluye sin mayores complicaciones, mientras acompañamos al Castigador en su nueva aventura. Como el lector más inexperto podía vaticinar, Castle decide a mitad de misión dejar de cumplir órdenes, y aprovechar la potente armadura que acaba de heredar para hacer cumplir la justicia a su manera. Una historia sin pretensiones, pero la mar de entretenida, que demuestra que no hay ideas descabelladas, si contamos con un buen guionista que las respalde.
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