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100% Marvel HC - Lobezno - Gambito: Víctimas Panini recupera la miniserie noventera de Jeph Loeb y Tim Sale
Hoy en día, no podemos pensar en el equipo creativo formado por el guionista Jeph Loeb y el dibujante Tim Sale sin recordar miniseries como Daredevil: Amarillo”, Spiderman: Azul, y diversos proyectos relacionados con la festividad de Halloween para la Distinguida Competencia. Y es que la calidad de las series antes mencionadas se convirtió a primeros de siglo en una garantía de éxito, que provocaba que los fans se llevasen a casa cualquier proyecto de la pareja de autores, sin tener en cuenta casi a los protagonistas del relato, o su editorial. En cualquier caso, todo tiene un comienzo, y hace poco que Panini sorprendía a sus lectores con la reedición de Víctimas, uno de sus primeros trabajos para Marvel, que veía la luz en septiembre del año 1995, y que llegaba mucho antes de los proyectos antes comentados, para sentar los cimientos de una de las colaboraciones más fructíferas del noveno arte.
La propuesta comienza cuando Remy LeBeau, también conocido como Gambito en los círculos mutantes, viaja a Londres para ayudar a la policía a resolver una serie de crímenes. En las primeras páginas comprobaremos que no se trata ya del charlatán cajún al que aprendimos a querer a primeros de los 90, y es que, si situamos al personaje en la cronología correcta, tenemos a un Remy que acaba de romper con Pícara, y que no atraviesa el mejor momento a nivel personal. Las primeras investigaciones sobre los crímenes, que recuerdan los métodos del mismísimo Jack el Destripador, van a llevar a Gambito tras la pista del mismísimo Lobezno, su compañero en las filas de La Patrulla-X.
Para conocer el motivo de las sospechas de Gambito, tenemos que tirar nuevamente de cronología ya que, en esta época, Lobezno estaba volviendo a su estado más salvaje y animal, por lo que un ataque de esta naturaleza podía encajar en su perfil. Por supuesto, conforme avanza la historia, descubriremos al verdadero causante de los ataques, y el motivo de que ambos personajes se hayan reencontrado en Londres, que por supuesto, no desvelaremos aquí. Para redondear este tomo que ahora nos trae Panini, se incluye otra historia firmada por Loeb y Sale, que tiene a Bishop como protagonista, entrenándose en la sala de peligro mutante, sin poder superar aún la muerte de sus compañeros Randall y Malcolm, quienes le acompañan de forma holográfica en su rutina de combate. A pesar de ser una historia de pocas páginas, detectamos que los autores conocían bien al personaje y su entorno. Aunque al dibujo de Sale aún le quedaba un tiempo para perfeccionarse, se nota aquí el buen hacer del dibujante, con algunas composiciones de página sobresalientes, y un estupendo uso de las sombras. Un tomo muy recomendable, que vuelve a estar a disposición de los lectores para su disfrute.
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