Marvel Super Héroes Secret Wars: Mundo de Batalla

Marvel celebra los 40 años de la maxiserie original

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Corría el año 1984 y mi afición por los cómics de Marvel iba a dar un salto cuantitativo bastante grande. ¿El motivo? La llegada a las jugueterías de Marvel Super Heroes Secret Wars, o lo que es lo mismo, una alucinante colección de figuras de acción que representaban a los principales personajes de la editorial, acompañados de un escudo para defenderse de los ataques de sus enemigos, que llegaban acompañados de diversos vehículos y accesorios. Era la primera vez que se podía jugar con figuras de calidad de Spiderman, Doctor Muerte o el Capitán América, por lo que os podéis imaginar la repercusión que este lanzamiento de Mattel tuvo en los niños de mi generación.

Pero lo mejor estaba por llegar, y es que luego nos enteraríamos que, como parte del acuerdo entre la editorial y la empresa juguetera, incluía la publicación por parte de Marvel de una maxiserie de 12 entregas, que a fin de cuentas era el origen de la línea de juguetes. Jim Shooter y Mike Zeck eran los encargados de contarnos cómo El Todopoderoso decidía llevar a los principales héroes y villanos de Marvel a Mundo de Batalla, dando lugar a todos los enfrentamientos que luego intentaríamos repetir en nuestras casas gracias a las figuras de acción.


Ahora que se cumplen 40 años desde la publicación de la saga original, Marvel ha decidido encargar al guionista Tom DeFalco, no por casualidad editor de las Secret Wars originales, y al dibujante Pat Olliffe, que regresasen a este fantástico mundo que pudimos disfrutar en nuestra niñez, para contarnos una nueva historia a modo de celebración. Como quiera que Jonathan Hickman actualizase hace poco los conceptos de la mítica saga, DeFalco ha querido realizar el más difícil todavía, respondiendo de paso a las preguntas que los aficionados han planteado desde hace décadas, referentes a la ausencia de algunos personajes en la maxiserie, pero sí en los juguetes, cosa que el veterano escritor ha hecho encontrando un pequeño resquicio entre viñetas en la duodécima y última entrega de la saga original.

Así, echando mano de un recurso tan sencillo como efectivo, las páginas de la nueva miniserie que ahora publica Panini están repletas de todo el cariño que los aficionados le tenemos a la primera saga, pero cuenta con las sorpresas y giros de guión necesarios para garantizar una lectura entretenida y, como no podía ser de otra forma, cargada de nostalgia.