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La Espada Salvaje de Conan #2 La furia cimmeria renace desde la tumba
La Espada Salvaje de Conan #2 USA - 2024 Guionista:Jim Zub, Patch Zircher Dibujante:Richard Pace, Patch Zircher
Editorial:Panini Cómics -
64 páginas - color
Precio:8,95€
La nueva visita a este universo salvaje despierta sentimientos genuinamente primitivos gracias a las geniales portadas que nos dan la bienvenida en esta entrega: la pieza principal, firmada por Dave Dorman, captura en un solo vistazo la cruenta épica que atesora el personaje y a la vez proyecta la maestría de un ilustrador que ha sabido imponer su sello en terrenos tan variados como la ciencia ficción o el terror. En contraposición, la alternativa de Nick Marinkovich sirve de espejo a la brutalidad contenida en cada página, con un trazo enérgico que no se limita a subrayar la naturaleza belicosa de Conan, sino que busca indagar en ese tenebroso rincón donde mito y realidad se difuminan. La suma de ambos estilos mantiene la tensión visual y anuncia un volumen en el que la audacia del cimmerio resplandece bajo la sombra de la muerte misma.
Ese preámbulo siniestro se potencia en la historia principal, escrita con pulso firme por Jim Zub, donde encontramos a Conan despertando en su propia tumba. Lejos de tratarse de un mero recurso efectista, el hecho de renacer tras la aparente defunción realza la condición indomable del bárbaro y lo confronta con el horror que yace bajo la superficie. Richard Pace, dotado de una inesperada habilidad para absorber las influencias de Frank Frazetta y transformarlas en un trazo bronco y desgarrador, dibuja la secuencia como si de un viaje alucinatorio se tratase: cada viñeta parece palpitante, cargada de la furia y el asombro que solo un hombre demasiado obstinado para morir puede transmitir. El contraste entre el niño aliado y la masacre que dejó al héroe en la fosa confiere a la narración una atmósfera ominosa, que sacude los cimientos del lector acostumbrado al aventurero férreo pero no siempre tan cercano al abismo.
Como contrapunto, la segunda parte de esta entrega nos regala el regreso de Solomon Kane bajo el talento de Patch Zircher, quien no se limita a ilustrar un clásico relato de espada y brujería, sino que añade su propia impronta gótica al viaje. El artista demuestra un dominio narrativo sutil, equilibrando la solemnidad del puritano con una energía casi demoníaca en las escenas de acción, lo cual enriquece el diálogo subterráneo entre ambos mundos: el de la fe implacable y el de la fiereza bárbara. La intensidad de su dibujo complementa la violencia latente que, pese a surgir en ráfagas concretas, acaba impregnando el ambiente, recordándonos que las fronteras morales de Howard siempre fueron tan oscuras como fascinantes.
Mirando hacia adelante, la presencia de Zub y el inminente relevo de Frank Tieri vislumbran un desarrollo editorial lleno de sorpresas, en particular la temida Batalla de la Piedra Negra que se gesta para el próximo año. Este conjunto de historias promete un abanico de interpretaciones sobre la figura del cimmerio y su insaciable ansia de aventura, enmarcado ahora bajo la sombra de una gran contienda orquestada por Titan. Con cada número, La Espada Salvaje de Conan reafirma su condición de heredera fiel pero valiente, atreviéndose a rasgar la piel de la leyenda para revelar las grietas más inquietantes del héroe y de quienes osan enfrentarse a él. Cada giro argumental encamina al lector hacia un destino que, como el cimmerio, se niega a quedar atrapado en una tumba.
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