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Vengadores vs X-Men: la batalla de las cifras.
Esta semana llega a las pantallas Los Vengadores, posiblemente la película basada en un cómic más esperada de los últimos años. Con su estreno también llega a su culminación la cada vez más creciente proliferación de comics agrupados bajo el título Vengadores.
Desde que en 2004 Brian Bendis se hiciera cargo de Los Vengadores, la jerarquía del universo Marvel dió un vuelco. Por primera vez en mucho tiempo, los Vengadores volvían a ser la serie principal del este cosmos de ficción, desplazando a la línea mutante. El peculiar estilo del guionista podrá gustar o no, pero incluso sus mayores detractores deben reconocer que por primera vez en mucho tiempo el grupo hacía honor a su famosa etiqueta de “Los héroes más poderosos de la Tierra”, convirtiéndose en el epicentro de todo cuanto sucedía en su cosmos de ficción. El éxito llama al éxito y a partir de entonces empezaron a proliferar series del grupo. A la inicial Nuevos Vengadores pronto siguieron Poderosos Vengadores, Vengadores Oscuros, Vengadores (así, a secas) y la aún inédita en España Vengadores Reunidos (Avengers Assamble). Todas ellas publicadas casi en paralelo, compartiendo guionista e intercambiando a varios de sus dibujantes como Stuart Immonem, Mike Deodato o Mark Bagley.
Pese a cierto desgaste las ventas respondían, lo que llevó a añadir a la ya de por si prolífica línea más proyectos con el nombre del grupo bien visible en sus títulos. Así nacieron títulos como Jóvenes Vengadores, Vengadores: las Guerras Asgardianas, Academia Vengadores o La Cruzada de los niños (por no mencionar que The Ultimates añadieron el sufijo Vengadores en sus últimas cabeceras). El logotipo de la A sustituía a la antaño omnipresente X que marcaba las aventuras de Ciclope, Lobezno y compañía.
Lo cierto es que, a poco que se piense, la situación casi parece el reverso de lo sucedido casi tres décadas atrás, cuando otro guionista estrella (Chris Claremont) con cierta tendencia a la verborrea y a las tramas largas e intrincadas cogió una serie que no pasaba precisamente por su mejor momento (Uncanny X-Men sobrevivía a base de reediciones de viejo material) y la convirtió en el cómic de mayor éxito no ya de la editorial, sino del mercado. Dicho éxito pronto generó un torrente de cabeceras derivadas -Nuevos Mutantes, X-Factor, Excalibur, X-Force, X-Men (así, a secas), Astonishing X-Men…- igualmente exitosas pese a su cada vez más evidente desgaste creativo y cuyo número acabó por abrumar a muchos lectores.
Asimismo, es curioso ver como esa misma evolución parece encontrar su reflejo en las adaptaciones cinematográficas. A principios del S.XXI los X-Men de Bryan Singer triunfaron en la taquilla iniciando una larga saga (dos secuelas, un film centrado en Lobezno y una precuela) cuyo éxito fue declinando mientras los Vengadores despegaban en la gran pantalla con Iron Man y su secuela, El Increíble Hulk, Thor, Capitán América y, finalmente, Los Vengadores.
Este largo pulso entre ambos equipos llegará a su punto culminante este verano con la publicación de un macroevento cuyo nombre no podría ser mas explicito: Vengadores vs X-Men. Porque ya se sabe: si no puedes con tu enemigo, únete a él. Burla burlando, justo cuando la franquicia vengadora parece haber tocado techo y Bendis anuncia su retirada de la misma, rumores cada vez más insistentes le sitúan al mando de la próxima etapa de las series mutantes. De confirmarse, ¿cuánto faltará para que las tornas vuelvan a invertirse otra vez?
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