Mauro Entrialgo

Cómo convertirse en imprescindible

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¿Cómo te definirías ante alguien que no sepa quién eres?
Como alguien que se dedica a contar historias. Normalmente costumbristas y relacionadas con el humor, pero no siempre. Y que utiliza para ello distintos medios de expresión, aunque al que más se ha dedicado profesionalmente ha sido la historieta.

¿Cuál fue el detonante que te hizo dedicarte al tebeo?
En los primeros recuerdos que tengo, incluso antes de saber leer, ya tenía bastante claro que me quería dedicar a esto, con lo que no sé cuál fue el detonante exacto.

¿Qué influencias tienen tus historias, si las tienen?
Si tienes una influencia, eres un clon; si tienes varias perteneces a una escuela; si tienes incontables tienes tu propio estilo. Y yo siempre quise tener mi propio estilo, con lo que tengo incontables.

Astiberri va a reeditar este mes Cómo convertirse en un hijo de puta, después de agotarse la primera edición. Tal y como está el patio del cómic patrio, ¿se es demasiado optimista o no si se considera eso un éxito?
Yo no lo considero un éxito todavía, pero vamos en muy buen camino de los objetivos que nos pusimos al plantear el libro, claro está.

Háblanos de qué se esconde detrás del llamativo título de ese álbum.
En realidad, Cómo convertirse en un hijo de puta no es exactamente un tebeo. Contiene historietas, sí, pero también adivinanzas, pasatiempos, citas, trucos útiles, juegos de sociedad, chistes, anécdotas, refranes y todo tipo de chascarrillos que hemos inventado o, en algunos casos, recogido de la tradición popular, entre Ata, Santi Orúe y yo.

¿Qué es lo último que has publicado?
Mi último álbum publicado es Historietas a la carta y recoge aquellas historietas publicadas en El Jueves en los últimos cinco años que no estén protagonizadas por Ángel Sefija.

En España has publicado con diversas editoriales. ¿Qué te hace elegir publicar un proyecto en una u otra? ¿Qué diferencias ves entre ellas?
En principio, suelo editar con una editorial aquellos álbumes que recojan páginas publicadas en revistas periódicas de la misma editorial. Es decir, con La Cúpula he publicado los del Demonio y Drugos porque la mayoría de sus historietas salieron en El Víbora, los de Ángel Sefija con El Jueves porque salieron en la revista El Jueves, los de Herminio y Tyrex en el TMEO por idéntica razón, etc.
Cuando a una editorial de una publicación en la que saqué una serie no le ha interesado publicarme el libro (por ejemplo, El País Aguilar con Drugos o El Jueves con Historietas a la carta) he recurrido a La Factoría, que siempre se han mostrado interesados en publicarme lo que quisiera.
Por otra parte está el material inédito creado especialmente para la edición en libro. En ese caso casi siempre he recurrido a Ponent, que son los únicos que podían ofrecerme un adelanto que pudiera costear los mínimos que supone dedicarse a algo así. La excepción es Cómo convertirse en un hijo de puta, cuyo contenido, a pesar de ser también completamente inédito, me pareció que no encajaba en Ponent y conseguimos de Astiberri el adelanto que considerábamos indispensable.

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