Dinastía de M: Los Vengadores La última esperanza ‘sapien’
Dinastía de M: Los Vengadores EE UU - 2009 Guionista:Christos N. Cage Dibujante:Mike Perkins
Editorial:Panini Cómics -
120 páginas - color
Precio:8,60
La Bruja Escarlata ha alterado la realidad. Los mutantes han ganado la guerra a los humanos y ahora dominan el planeta condenando al "homo sapiens" a desaparecer. Luke Cage se encargará de reunir bajo su mando a todo aquel héroe sin el gen X en su ADN dispuesto a plantar cara a la situación.
El tiempo les dio la razón. El buen recuerdo que guardan los lectores de Dinastía de M, aquella saga en la que los mutantes dominaban la Tierra relegando a los humanos a ser ciudadanos de segunda condenados a extinguirse, ha llevado a la Casa de las Ideas a preparar como oro en paño su reedición a la vez que daba luz verde a Chris N. Cage y Mike Perkins (Union Jack) para trabajar en esta precuela sobre la génesis de unos Vengadores que poco o nada tienen que ver con los del Universo Marvel ‘regular’.
Bajo las órdenes de Luke Cage, todo un elenco de héroes secundarios (Misty Knight, Caballero Luna, Puño de Hierro, Ojo de Halcón, Tigra) se reúnen para reclamar su lugar en el mundo y defender a su especie de la forma más digna posible. “Sea cual sea la cima, yo sigo estando muy por debajo”, afirma el protagonista, decidido a proteger a los humanos de un mundo en el que ahora, gracias a los poderes de La Bruja Escarlata, los homo superiores ocupan los despachos de ayuntamientos y comisarías reprimiendo a la raza que consideran inferior. Toda una metáfora sobre unos personajes de segunda división que veremos difícilmente en adaptaciones cinematográficas, pero que reclaman su derecho a ser escuchados en un mercado claramente dominado por los X-Men.
N. Cage narra a modo de novela negra cómo esta panda de perdedores se hará un hueco en los bajos fondos norteamericanos hasta convertirse en todo un símbolo de la revolución humana bajo los lápices de Perkins, que con su ortodoxo realismo y sus composiciones a doble página aporta la acción y el ritmo necesarios para hacer de ésta una historia, como poco, digna de leer.
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