Los X-Men y sus 500 hijos del átomo

Ellos les temen, nosotros les amamos

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Nadie diría que el cómic de superhéroes ronda los setenta años de edad, dada la salud de que disfruta hoy en día. Sería acertado estimar en 1938 el nacimiento del género, con la aparición del famoso Action Comics #1 y la entrada en escena de Superman. Sin embargo, no sería hasta veinticinco años más tarde cuando, en 1963, Stan Lee y Jack Kirby dieron forma al que posiblemente sea hasta la fecha el grupo más prolífico del mundo de los superhéroes. Habían nacido los X-Men.

Durante doce años estuvo en acción el grupo original, formado por Cíclope, la Chica Maravillosa, el Hombre de Hielo, Ángel y Bestia. Bajo el liderazgo del Profesor-X, sus aventuras serían muchas y muy diversas, pero siempre con un punto en común que definiría el rumbo a seguir por los mutantes: sobrevivir en un mundo que les teme y les odia, combatir para proteger a aquellos que no les aceptan como sus iguales. En esta etapa Magneto amenazó por primera vez al mundo, los Centinelas hicieron su debut y otros tantos villanos pusieron contra las cuerdas al quinteto mutante.

No tardaron en unirse dos miembros más al equipo: Kaos, hermano de Cíclope, y Polaris; pero la serie ya se encontraba en una evidente decadencia. Finalmente, tras una maravillosa etapa de Roy Thomas y Neal Adams, quedaría prácticamente en el olvido. La serie de Uncanny X-Men parecía condenada a desaparecer.

Renacimiento

Sin embargo, en 1975 llegaría el que probablemente sea el momento más importante y decisivo en la historia de los mutantes hasta el presente (con permiso de la película, que supuso un gran relanzamiento para ellos): el Giant Size X-Men nº1 se ponía a la venta. En él, Len Wein se nos mostraba que el equipo original había sido capturado por Krakoa, la Isla Viviente. El Profesor-X reuniría un nuevo equipo con el objetivo de enviarlo a rescatar a sus otros alumnos bajo el liderazgo de Cíclope, el único que había logrado escapar.
Era un grupo con los mismos ideales, sí. Pero a la vez era una formación muy distinta. Un ruso de acero orgánico, una africana con el poder de controlar el clima, un indio con fuerza y agilidad mejoradas, un canadiense con regeneración y un esqueleto de adamantium, un japonés con poderes piroquinéticos, un alemán teleportador con aspecto de demonio... Llamaba la atención advertir la gran variedad racial y cultural de este nuevo equipo, que para nada contenía norteamericanos como en el original. Y es que, entre los mutantes, las diferencias raciales no tienen sentido, como pronto quedaría patente.

Tras el rescate de los Hombres-X prisioneros en Krakoa, el grupo cambiaría radicalmente de la mano de Chris Claremont Cíclope sería el único miembro original que se quedaría, como líder. El resto del equipo lo formarían Tormenta, Lobezno, Rondador Nocturno, Coloso, Ave de Trueno y Banshee. Sin embargo, este equipo no duraría mucho, alterado por la muerte de Ave de Trueno y el regreso de la Chica Maravillosa. Durante esta etapa se nos ofrecieron historias fascinantes, siendo una de ellas (y probablemente una de las que más ha marcado a los mutantes) el nacimiento de Fénix.

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