Millarworld: mónteselo usted mismo
La publicación en nuestro país de Némesis vuelve a poner de actualidad la figura de Mark Millar, su creador y guionista. Una figura polémica y de personalidad arrolladora de la que ya dimos cuenta previamente. El caso es que con toda esa atención mediática sobre su persona, de sus obras pocas veces se suele prestar atención a la labor editorial desarrollada por el autor escocés a través de Millarworld. Una labor que, independientemente de la calidad de sus obras, resulta modélica.
Allá por 2004, aprovechando el despegue mediático de sus trabajos en The Authority y la línea Ultimate, Millar creó el sello editorial Millarworld bajo cuyo paraguas se lanzarían proyectos de creación propia para varias editoriales. Así nacieron esa mordaz y adrenalínica visión del mundo de los supervillanos llamada Wanted (con J.G. Jones para Top Cow), una peculiar versión de la segunda venida de Jesucristo con El Elegido (editada por Dark Horse con dibujos de Peter Gross) y una historia sobre animales de dibujos infantiles plagada de crímenes y depravación titulada The Unfunnies (ilustrada por Anthony Williams y publicada por Avatar Press). Pese a los retrasos de publicación la capacidad de Millar para publicitarse y convertir cualquier obra suya en un evento hicieron de la primera hornada de Millarworld un éxito, sino de ventas, al menos mediático.
Lo cierto es que pese a pertenecer a temáticas muy distintas todas ellas estaban cortadas por un mismo patrón. Series limitadas, a cargo de dibujantes con cierto renombre y basadas en conceptos conocidos pero llevados al extremo y/o dándoles una vuelta de tuerca inesperada. Con la acción espectacular sin pausa en detrimento de un mayor desarrollo del argumento y los personajes, las obras de Millar parecen realizadas mediante un enfoque similar al del blockbuster cinematográfico veraniego. Por ello no es extraño que Hollywood rápidamente se interesase por los derechos cinematográficos de un material tan atractivo.
Los siguientes proyectos de Millarworld fueron un tanto accidentados: Run, historia de supervelocistas dibujada por Ashley Wood nunca llegó a ver la luz y War Heroes (dibujada por Tony Harris para Image) solo llegó a ver publicados tres de sus seis números. Sin embargo, él éxito de la adaptación cinematográfica de Wanted (pese a sus muchas infidelidades respecto al material original) supuso un cambio del paradigma para el sello, convirtiendo cada proyecto de su autor en una suerte de borrador cara a su posterior conversión a la pantalla. Así, Kick-Ass conoció su versión cinematográfica a cargo de Matthew Vaughan en paralelo al cómic dibujado por John Romita jr, hasta el punto de que el último número y la película llegaron al público a la vez. Por su parte Némesis es un proyecto actualmente en manos de Tony Scott e incluso El Elegido y la inacabada War Heroes han vendido ya sus derechos cinematográficos. Otro tanto sucede con la aún en curso Superior y la anunciada Supercrooks, dibujadas por Leinil Yu (esta última contaría con el español Nacho Vigalondo tras las cámaras). Dando incluso un paso más allá el propio Millar acaba de dirigir Miracle Park, una película sobre superhéroes barriobajeros en formato de falso documental.
Podría hablarse largo y tendido sobre si, a largo plazo, esa dependencia directa entre cine y viñetas es beneficiosa para el comic. O si el material está realmente a la altura de su gran repercusión. Pero independientemente de la consideración que uno tenga respecto a su autor es digno de aplauso su buena mano a la hora de labrarse por su cuenta una notable posición en un mercado cada vez más difícil y dar notoriedad al comic como medio. Ojala más autores tuviesen la misma pericia.
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